—¿Tú tienes contactos en este pueblo? —preguntó Jungkook sin poder evitar una sonrisa incrédula.

Yoongi se encogió de hombros con aire misterioso.

—Tengo contactos en todas partes. Soy Min Yoongi, ¿recuerdas?

Jungkook soltó una risa breve, aliviada, y comenzó a conducir por las calles del centro que lentamente se llenaban de estudiantes saliendo del colegio, algunos ya cargando bolsas con trajes o vestidos. Todo se sentía repentinamente real. Casi como una señal.

Durante el trayecto, mientras el auto se deslizaba por las curvas tranquilas del pueblo, Jungkook se mantuvo en silencio. Sus manos apretaban el volante con fuerza, los labios ligeramente entreabiertos. Algo dentro de él se acomodaba. Su corazón comenzaba a latir con otro ritmo. Su cabeza por fin encontraba dirección entre el caos de sentimientos que había estado intentando ordenar desde hacía días.

—Min —dijo de pronto, rompiendo el silencio.

Yoongi giró la cabeza con atención.

—Tengo una idea —dijo Jungkook, con un brillo en los ojos que no había tenido en mucho tiempo.

Y entonces, sin contenerse, comenzó a contarle todo. Paso a paso. Emoción tras emoción. Su voz temblaba por momentos, no de miedo, sino de pasión. Era como si al hablar por fin pudiera liberar todo lo que había estado encerrado en su pecho.

Yoongi lo escuchó en completo silencio. Sus ojos, por una vez, no llevaban burla ni cansancio. Solo respeto. Al terminar, hubo unos segundos de pausa.

—Suena a que por fin vas a hacer algo con el corazón —dijo Yoongi, dejando que el peso de sus palabras se acomodara en el aire—. Y si lo haces, hazlo bien.

Jungkook asintió, su sonrisa más segura ahora.

—Voy a hacerlo. Esta noche.

Y volvió a fijar la mirada en el camino, decidido. Porque esta vez, no pensaba perderlo.

---- TAEHYUNG ----

Taehyung despertó con los primeros rayos del sol colándose entre las cortinas. El aroma a pan recién hecho y café viajaba desde la cocina hasta su habitación, y el bullicio suave de su familia ya se sentía en la casa. Se levantó despacio, aún con rastros del sueño en los ojos, y al mirarse en el espejo no pudo evitar detenerse unos segundos.

El reflejo frente a él aún le parecía un poco desconocido. El nuevo corte de cabello, más limpio y con un toque moderno, las cejas mejor delineadas, y la piel aún con restos de brillo por las cremas que Jimin le había insistido en usar. Sonrió apenas, ladeando la cabeza. Algo en su interior también había cambiado, aunque no terminaba de saber qué.

Bajó las escaleras con calma, descalzo y vestido con ropa cómoda. Al llegar al comedor, todos ya estaban sentados.

—¡Ah, miren quién decidió unirse a nosotros! —bromeó su padre al verlo aparecer.

Pero apenas cruzó el umbral, la mesa entera se detuvo un segundo. Su madre fue la primera en alzar las cejas con sorpresa y soltar una exclamación suave.

—¡Taehyung! Pero… ¿cuándo pasó esto?

Su padre entrecerró los ojos, sonriendo de lado.

—¿Y este quién es? ¿Dónde dejaron a mi hijo con cara de mopita?

Jimin soltó una carcajada mientras Taehyung, con las mejillas apenas sonrojadas, se sentaba a su lugar.

: ~~|•  DUMB MISTAKE •|~~ :Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin