Lo miré.
-¿Un ferry? ¿Por mar?
Él giró el rostro hacia mí y arqueó una ceja.
-¿Vas a echarte para atrás ahora, marinero Kook?
-Es que no me gustan los viajes por mar... -confesé en voz baja, como un niño. Me tensaba el estómago solo imaginar estar en medio del océano, sin suelo firme, sintiendo cada ola mover el barco.
Yoongi rodó los ojos, pero luego sonrió con esa expresión traviesa tan suya.
-¿Y si te digo que Taehyung está del otro lado del mar? -bromeó-. ¿No puedes aguantar unas horitas sobre el agua por él? Amigo, ese chico realmente te hechizó, ¿eh?
Sonreí por dentro, aunque me costó admitirlo en voz alta.
-Sí. Lo hizo. Y ni siquiera me importa. Solo quiero verlo... decirle lo que no dije antes... que no hay día en que no lo extrañe.
Yoongi me dio una palmada en la espalda y luego dijo con una risa:
-Bueno, enamoradicísimo estás. Vamos a preparar las cosas, el tiempo corre.
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Después de una ducha rápida y con el corazón latiendo con fuerza, preparé mi equipaje con manos firmes. Esta vez no era una gira, no era trabajo, no era promoción. Era una misión personal. Íntima. Humana. Yoongi me ayudó a empacar solo lo necesario, nada llamativo.
Ambos nos disfrazamos con ropa casual, gorras, gafas oscuras y mascarillas. No podíamos arriesgarnos a ser reconocidos. No esta vez.
Salimos por la puerta trasera de la mansión y tomamos uno de los autos sin chofer, para no levantar sospechas. Yo conduje. Bam se quedó en casa con el equipo de confianza, bien cuidado. Le di una caricia larga antes de cerrar la puerta. Volvería. No sabía cuándo, pero lo haría.
En la carretera, las luces de la ciudad iban quedando atrás y el cielo comenzaba a teñirse de tonos naranjas y violetas. El atardecer nos acompañaba. Yoongi iba en el asiento del copiloto, revisando los detalles del vuelo privado.
-¿Estás listo? -me preguntó con voz seria, mirándome desde el rabillo del ojo.
-No. Pero voy igual.
Sonrió.
-Buena respuesta.
Suspiré, mirando el camino. No sabía si al final de este viaje habría una reconciliación, un abrazo o solo silencio. Pero lo que sí sabía era que no podía quedarme más tiempo fingiendo. No podía seguir encerrado en una jaula dorada sin intentar al menos volar.
Y si ese vuelo me llevaba directo a Taehyung... entonces, valía cada riesgo.
---- TAEHYUNG ----
El sol apenas se colaba entre las rendijas de la cortina cuando abrí los ojos, con la garganta seca y la piel aún caliente por la pesadilla que no lograba recordar. Mi habitación seguía igual que siempre: los dibujos a medio hacer en la pared, los libros apilados desordenadamente sobre el escritorio, y el marco que escondí hace días -el de la foto con Jungkook- seguía bajo el cajón.
Suspiré.
Otro día más.
Otro patético día más.
Me senté en la cama y miré el suelo, sintiéndome como si cargara piedras invisibles en los hombros. La preparatoria no era el mismo lugar desde que volví. O más bien, yo ya no era el mismo.
Desde que volví de Los Ángeles, con la verdad tatuada en la lengua, nada volvió a sentirse como antes. Caminaba por los pasillos como una sombra. Escuchaba susurros, carcajadas lejanas que no incluían mi nombre, y miradas que evitaban la mía o se clavaban como cuchillas. El chico que antes leía poesía en el jardín y ayudaba en el club de dibujo ahora era "ese".
El del escándalo.
El que "se metió con una estrella pop".
El que "salió del clóset frente a las cámaras".
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: ~~|• DUMB MISTAKE •|~~ :
FanfictionTaehyung viaja con su familia los Ángeles para ver a su abuela. Su hermano mayor Jimin, está contentísimo pues piensa conocer a su ídolo El joven y guapo cantante Joen Jungkook . A Taehyung le parece una idea ridícula y no entiende Jimin pues , siem...
CAP 29
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