: ~~|• DUMB MISTAKE •|~~ :

CAP 29

-Tú sí que estás feliz, ¿verdad? -murmuró mientras Bam comía entusiasmado-. Ojalá fuera así de fácil para mí.

Se apoyó contra la encimera, cruzado de brazos, con la mente dando vueltas sin parar. El siguiente paso... ya había enfrentado al director Jeong, había enfrentado a sus padres, y se sentía como si hubiera arrojado un enorme peso fuera de su cuerpo. Pero aún quedaba la parte más importante. La más difícil.

Sacó su teléfono del bolsillo y, tras pensarlo unos segundos, buscó el número de Yoongi. No pasó mucho hasta que la voz ronca del otro lado respondió.

-¿Jungkook? ¿Todo bien?

-¿Puedes venir a casa? Necesito hablar contigo. Es importante.

-Voy en camino.

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La habitación de Jungkook estaba más ordenada de lo usual, como si él mismo se hubiera molestado en limpiarla en un intento de despejar su mente. Min Yoongi se sentó en una de las sillas junto al ventanal, con su típica expresión impasible pero curioso. Jungkook se sentó en la cama, frente a él, y después de un profundo suspiro, comenzó a hablar.

Le contó todo.

El enfrentamiento con el director, la renuncia a la película, la conversación con sus padres, lo harto que estaba de fingir. Pero más que nada, le habló de Taehyung. De lo mucho que lo extrañaba. De lo arrepentido que estaba. De cómo quería buscarlo, pedirle perdón, explicarle todo... y confesarle lo que realmente sentía.

-Quiero que me dé una segunda oportunidad, Min -dijo Jungkook al final, con los ojos brillosos-. Y si no me la da, al menos quiero que sepa cuánto me arrepiento. Quiero que sepa lo que provocó en mí. Me hizo feliz. Me hizo sentir... yo mismo. Quiero luchar por eso. Por él.

Yoongi lo miró fijamente durante unos segundos, como procesando cada palabra. Repitió, en voz baja, casi incrédulo:

-¿Quieres buscarlo?

Jungkook asintió con firmeza. Yoongi soltó una risa suave, medio divertida, medio conmovida, y se levantó para abrazarlo con fuerza.

-Joder, Jungkook. Estoy orgulloso de ti. De verdad.

Jungkook sonrió débilmente, conmovido por ese apoyo silencioso que tanto necesitaba. Yoongi se separó un poco, con una sonrisa aún en el rostro.

-Ese chico te ha hechizado, ¿eh?

Jungkook soltó una carcajada.

-No sé qué tiene, Min... pero es diferente. Tiene esa forma de mirar como si entendiera todo, como si pudiera ver a través de mí. No tengo que actuar con él, no tengo que fingir... solo soy yo. Y eso me asusta, pero al mismo tiempo... me encanta. Estoy tan jodidamente enamorado que me odio por haber tardado tanto en darme cuenta.

Yoongi lo miró con una ceja alzada, impresionado por esa confesión.

-Bien. Entonces dime, ¿cuál es el plan?

-Primero, ir a buscarlo. Pensé en ir a la casa de su abuela... seguro aún están en Los Ángeles.

Yoongi desvió la mirada, incómodo, y se frotó la nuca.

-Eso... es lo que quería decirte. ¿No te enteraste?

Jungkook frunció el ceño, confundido.

-¿Enterarme de qué?

Yoongi lo miró con seriedad.

-Taehyung y Jimin ya no están en Los Ángeles. Se fueron hace un par de días. Volvieron a Corea, a su pueblo. Ya están en casa con sus padres.