El set se había quedado en silencio. Algunos técnicos habían dejado de trabajar para mirar en nuestra dirección. No me importó.
Ya nada me importaba más que decir lo que por años me había tragado.
-Y, por cierto... -agregué, un poco más bajo, con rabia contenida -usted no tiene ningún derecho de hablar como habló de mí hace unas semanas, cuando pensó que nadie lo escuchaba. Lo que dijo... que sería un desperdicio si "el chico perfecto resultaba ser uno de esos"- enfatizé las comillas con los dedos, lleno de rencor -eso no solo fue ofensivo, fue asqueroso.
El señor Jeong palideció.
-¿Qué...? ¿Quién te dijo eso?
-No importa quién. Lo escuché, y créame, eso fue suficiente.
Lo que usted piensa de las personas homosexuales, señor Jeong, es muy estúpido. Ignorante. Patético.
-Jungkook, estás cruzando la línea...
-No. Usted cruzó la línea hace mucho tiempo.
Y le aseguro algo más: nunca volveré a trabajar con usted.
Ni por dinero. Ni por fama.
Ni aunque me ruegue.
Di media vuelta. Lo dejé boquiabierto, con la cara roja de vergüenza y rabia mezcladas. A mis espaldas, sentí las miradas, los murmullos, los celulares alzarse.
Pero no me detuve.
Salí de ese set con el corazón golpeando fuerte, pero con una nueva sensación latiendo en mi pecho:
Libertad.
Había cerrado la primera puerta.
La más difícil.
Y en el fondo... sabía que no sería la última.
Ahora decidí ir al siguiente paso y para ellos debía de ir al lugar principal, tenía que ir a la mansión y no espere más, encendí el auto y maneje directo a la mansión.
La carretera era larga, pero no más que todo lo que estaba dejando atrás. Jungkook tenía una mano en el volante y otra descansando sobre su pierna, mientras el aire del atardecer se colaba por la ventana entreabierta. El sol comenzaba a caer, tiñendo el cielo de tonos naranjas y morados, como si el universo le estuviera diciendo que un ciclo estaba cerrando. Que el día, al igual que su antigua vida, llegaba a su fin.
Aún sentía la adrenalina recorriéndole las venas luego de lo que acababa de hacer en el set de filmación. No había sido fácil enfrentarse al director Jeong y decirle lo que pensaba con esa sinceridad cruda que le temblaba dentro desde hacía meses. Pero lo había hecho. Y ahora, le tocaba lo más difícil: enfrentarse a sus padres.
Sus padres.
Sus mánagers.
¿Realmente había diferencia?
Aparcó su auto frente a la gran entrada de la mansión. Esa casa que a simple vista era una joya de arquitectura y prestigio, pero para él no era más que una jaula de paredes blancas y muebles lujosos. Ni calor, ni hogar. Solo silencio y presiones.
Entró, cruzó el recibidor y se dirigió al jardín trasero donde sabía que estarían. Siempre revisaban su agenda juntos allí, con el sonido del agua de la piscina de fondo y sus voces hablando de él como si fuera un producto en promoción.
Allí estaban: su madre con sus papeles ordenados en una carpeta de cuero, su padre hojeando su calendario digital en una tablet, discutiendo la posibilidad de mover una sesión de fotos para hacerla encajar entre dos entrevistas. Ni siquiera notaron que Jungkook estaba allí hasta que escucharon el cierre de la puerta corrediza.
-¡Ah, Jungkook! -dijo su madre sin levantar la vista del papel- Justo a tiempo. Estábamos revisando lo del evento de caridad y la entrevista con Vogue, creemos que podrías combinarlo si sales directamente de la sesión de fotos, ¿está bien? También hablábamos de lo de Milán...
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: ~~|• DUMB MISTAKE •|~~ :
FanfictionTaehyung viaja con su familia los Ángeles para ver a su abuela. Su hermano mayor Jimin, está contentísimo pues piensa conocer a su ídolo El joven y guapo cantante Joen Jungkook . A Taehyung le parece una idea ridícula y no entiende Jimin pues , siem...
CAP 29
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