: ~~|• DUMB MISTAKE •|~~ :

CAP 29

"Nadie debería ser señalado por elegir amar a alguien."

No sabía por qué, pero algo en él vibró con esa línea. Como si fuera una nota que resonara a lo lejos, sin que supiera de dónde venía. No entendía por qué esa frase le parecía más dirigida a otra persona... más profunda, más íntima.

Pero lo dejó pasar.

Suspiró con suavidad, bloqueó el celular y lo dejó sobre la mesa.

-¿Otra galleta, chef mapache? -preguntó Jimin, tendiéndole una de sus creaciones horribles pero curiosamente sabrosas.

Taehyung sonrió y tomó la galleta.

-Solo porque esta vez no está en llamas.

-Te amo -respondió Jimin con una sonrisa boba-. Aunque no sepas distinguir una estrella de un animal atropellado.

Se recostó contra el hombro de su hermano, ambos cubiertos por la manta mientras la película seguía su curso.

Taehyung, con el sabor de galleta casera en la boca y el calor de su familia rodeándolo, volvió a mirar de reojo el celular. No pensó en Daniela. Pensó en la serenidad de Jungkook. En la madurez de sus palabras. En lo que escondía detrás.

Y por un segundo, lo sintió cerca.

Pero solo por un segundo.

Después, solo quedó el crujido de la galleta, la risa de Jimin y el respiro tranquilo de una noche cualquiera en casa.

--- JUNGKOOK ---

¿Alguna vez has intentado hacer algo completamente en secreto... mientras eres uno de los rostros más reconocidos del planeta?
Bueno, yo sí. Y spoiler: no es fácil. Nada fácil.

-¿Seguro que no quieres que finja ser tu guardaespaldas? -me preguntó Yoongi mientras me lanzaba una mirada que decía "vas a meter la pata y lo sabes".
-No. Nada de gente que nos siga, nada de managers, ni fotógrafos. Esto es entre tú, yo y la odisea que estamos por comenzar -le respondí con más entusiasmo del que realmente sentía.

Y así comenzó la "Operación Corea sin que se note".
¿El plan? Volar oficialmente a China, para luego abordar un ferry que nos llevaría -sigilosamente- a Corea del Sur. Todo esto con la esperanza de que nadie lo notara, y con el objetivo claro: ver a Taehyung, pedirle perdón... y decirle la verdad.

¿Quién me metió esta idea en la cabeza? Bueno... yo. ¿Quién me metió el corazón en ese desastre? Taehyung Kim.

---

Escala: Los Ángeles -> China

El avión estaba listo, Yoongi estaba de malas desde antes de despegar (como siempre), y yo me sentía como un espía de película barata.

-¿Estás seguro que nadie sospecha esto? -le pregunté por quinta vez, ajustándome la gorra y las gafas oscuras que usaba desde hacía una hora dentro del aeropuerto.
-Jungkook, estás usando lentes oscuros en un Starbucks a las cinco de la mañana. TODOS sospechan de ti -masculló Yoongi sin alzar la vista de su café.

Durante el vuelo, pasaron cosas... raras.

Primero: una señora de al menos ochenta años juró que Yoongi era su hijo perdido y le agarró la mano con tanta fuerza que no pudo soltarse por veinte minutos. Me reí tanto que terminé llorando y tragándome una galleta entera sin masticar.

Segundo: el tipo del asiento delante de mí roncaba como si tuviera un motor de barco en la garganta. Cada vez que cerraba los ojos, sonaba gggggGRRRRHHHHHH. Y yo... ahí, intentando mantener la paz mental pensando en Taehyung.