: ~~|• DUMB MISTAKE •|~~ :

CAP 29

-¿Y tú qué le dijiste?

-Que no lo vuelva a hacer. Intentó besarme, Jimin.

La boca de su hermano se abrió de par en par.

-¿¡Qué!?

-Pero no pasó nada. Me alejé antes de que siquiera lo intentara. Pensé en... -Se detuvo. No necesitaba decirlo en voz alta.

Jimin lo entendió de todos modos.

-¡Ay no, no, no, no, no! -exclamó, girando sobre sus talones-. ¿Dónde está ese infeliz? ¡Lo voy a agarrar de las mechas, no me importa que tenga más músculos que neuronas!

Taehyung no pudo evitarlo. La carcajada salió tan repentina que él mismo se sorprendió.

Jimin se giró con una ceja alzada, pero al ver la sonrisa -esa que tanto había extrañado en su hermano- se detuvo.

-¿Ves? Sabía que podía sacarte una sonrisa.

-Estás loco -murmuró Taehyung, sacudiendo la cabeza.

-Pero loco funcional, gracias. Y si vuelvo a ver a Minho, que se prepare. Diós perdona , yo no, tengo uñas afiladas, y rabia acumulada.

-Jimin...

-¿Sí?

-Gracias.

El mayor sonrió, esta vez con dulzura.

-De nada, Taehyunghi

El timbre de final de clases los interrumpió. El pasillo se llenó de estudiantes saliendo de las aulas, y ambos se hicieron a un lado.

-Oye -dijo Jimin mientras caminaban juntos hacia la salida-. ¿Y si vamos a comer algo? No sé, un postre. Algo que engorde y nos haga olvidar que este día existió. No hemos salido desde que volvimos a Corea, y ya extraño hacer algo contigo que no sea estudiar o correr de las cámaras.

Taehyung se detuvo un segundo.

Miró a su hermano, al cielo gris que se filtraba por las ventanas altas del pasillo, al bullicio ajeno de los otros estudiantes. Y pensó que sí, tal vez necesitaba eso. Algo dulce. Algo cálido. Algo suyo y de Jimin.

-Me parece bien -dijo por fin, con una sonrisa leve.

-¡Perfecto! Entonces yo elijo el lugar, y tú pagas.

-Ya sabía que había un truco detrás.

-Obvio, soy tu hermano mayor . Es mi trabajo abusar un poquito.

Y con eso, Jimin lo tomó del brazo y salieron juntos de la preparatoria, dejando atrás, al menos por un rato, el peso del pasado.

La cafetería a la que llegaron estaba en una esquina tranquila del centro del pueblo, no demasiado conocida, pero sí lo bastante acogedora para que Jimin pudiera quitarse la gorra sin preocuparse por miradas ajenas.

Se llamaba Pétalo de Cacao, y el aroma a canela, vainilla y chocolate los envolvió apenas cruzaron la puerta.

-Dios, esto huele mejor que el cielo -murmuró Jimin, mirando el mostrador con los ojos brillando como si hubiera entrado al paraíso.

Taehyung sonrió, aún con las manos en los bolsillos del abrigo, y se quedó un momento observando a su hermano caminar entre las mesas, emocionado, como si nada malo hubiera pasado ese día.

Pidieron dos chocolates calientes con crema espesa, y un pastel de fresas que Jimin prácticamente eligió con la nariz pegada al vidrio del exhibidor. Se sentaron en una mesa junto a una ventana, desde donde se veía la calle húmeda por una llovizna reciente.