-No puedes hacer esto solo porque te sientes culpable, o porque estás solo -continué, sin mirarlo esta vez-. Lo nuestro ya fue, Minho. Y recuerda que TU estás con alguien más ahora. Respétala.

Él bajó la mirada. Sus labios temblaron, y por un momento pareció tragarse todas las palabras que estaba a punto de soltar... pero no lo hizo.

-¿Es verdad? -preguntó con voz baja-. ¿Lo que dijiste en la entrevista? ¿Todo eso de que no conocías a Jungkook... fue cierto?

Mi espalda se tensó. Mi mirada se endureció.

-¿Por qué preguntas eso?

-Porque te conozco, Tae -susurró-. Y todo ese discurso... no sonaba a ti. Sonaba como si estuvieras protegiendo a alguien.

Me mantuve en silencio.

-Tú no eres de los que callan cuando algo es injusto. Y esa entrevista... fue tan vacía de ti. Por eso... dime la verdad. ¿Tú y Jungkook...?

-Eso no te incumbe -corté.

Mi voz fue seca, sin espacio para réplica. Lo miré un segundo, y en mi expresión no quedaba nada de aquel chico del club de arte.

-Adiós, Minho.

Y me di la vuelta.

Esta vez, él no me siguió.

Los pasos de Taehyung resonaban firmes por los pasillos silenciosos de la preparatoria. Las clases aún no habían terminado del todo, pero él necesitaba aire, espacio... silencio.

Caminaba con la mirada baja, las manos en los bolsillos del abrigo, sintiendo todavía el eco del intento de beso, la voz de Minho, y más aún, la forma en que su cuerpo reaccionó sin permiso al pensar en Jungkook.

No lo había planeado. No había esperado sentir tanta claridad en medio del caos. Y sin embargo, cuando vio a Minho tan cerca, cuando sus labios se aproximaron... solo hubo un rostro que cruzó su mente como una ráfaga tibia: el de Jungkook.

-Qué estupidez -susurró para sí.

Iba tan perdido en sus pensamientos que no notó la figura que se acercaba por el pasillo opuesto.

-¡Oye!

El impacto fue suave, pero suficiente para hacerlo tambalear hacia atrás.

-¡Ah! ¡Ten más cuidado, torpe! -chilló una voz familiar.

Taehyung alzó la vista y se encontró con los ojos redondos de su hermano. Jimin se frotaba el brazo como si el choque hubiera sido contra un roble.

-TaeTae... ¿en qué andas? Pareces un fantasma. ¿Estás bien?

Taehyung parpadeó, todavía atrapado en la neblina de lo ocurrido.

-¿Qué haces aquí? ¿No estabas en clase de Literatura?

-Me escapé. El profesor habla como si leyera su propio funeral. ¿Y tú?

Taehyung suspiró, luego bajó la mirada. Jimin, al ver la expresión de su hermano, dejó de bromear de inmediato.

-¿Qué pasó?

Taehyung no respondió enseguida. Miró alrededor, como asegurándose de que nadie los escuchara. Luego, con voz baja, dijo:

-Me encontré con Minho.

Los ojos de Jimin se abrieron tanto que parecían dos lunas.

-¿Minho? ¿Justo ahora?.

Taehyung asintió.

-Me busco y pidió para hablar un momento. Hablamos... me pidió disculpas, dijo que se arrepentía. Que aún piensa en mí.

: ~~|•  DUMB MISTAKE •|~~ :Where stories live. Discover now