: ~~|• DUMB MISTAKE •|~~ :

CAP 26

Con un movimiento suave pero urgente, Jungkook dio un paso atrás y apoyó una mano en el hombro de Taehyung, separándolos con delicadeza.

—Eso estuvo cerca —dijo con una sonrisa forzada, intentando sonar casual, como si solo hablara de que casi los veían.
Como si su corazón no estuviera a punto de colapsar.

Taehyung frunció levemente el ceño, sin entender.

—¿Cerca de qué?

Jungkook desvió la mirada.
—De que me reconocieran —mintió.

El silencio que siguió fue incómodo, casi doloroso.

Pero era lo único que podía hacer.
Porque si alguien los veía así… si alguien los grababa, si alguien publicaba algo…

No solo él se iría abajo.
Taehyung también.

Y Jungkook no podía permitirse eso.

Aunque su pecho doliera por dentro.
Aunque la única cosa que en verdad quería en ese instante…
era volver a besarlo.

El sonido del mar seguía golpeando con suavidad la orilla, y aunque no faltaba mucho para que el sol se escondiera  por completo, aún quedaba algo de luz dorada envolviendo el ambiente. Pero para Jungkook, todo parecía apagarse. La burbuja en la que habían estado a punto de perderse había estallado, y lo único que quedaba era el peso del mensaje aún vibrando en su cabeza.

Tenía que hacerlo. Tenía que protegerlo. Tenía que terminarlo.

—Creo que, ya es hora —murmuró sin mirarlo.

Taehyung parpadeó, confundido.

—¿Hora de qué?

Jungkook tragó saliva y trató de sonar firme.

—De que esto se acabe. De que volvamos a nuestras vidas. Por caminos separados.

Taehyung frunció el ceño.

—¿De qué estás hablando, Jungkook?

El ídol respiró hondo, sintiendo cómo las palabras lo apretaban por dentro, pero aun así las dijo.

—Tú volverás a tu vida común… a tu escuela, tus libros, tus cosas normales… y yo volveré a la mía. A las cámaras, las entrevistas, las giras. Al mundo al que pertenezco.
—Jungkook…
—Tú y yo somos personas muy diferentes, Taehyung —continuó, sin medir el filo de lo que decía—. Yo soy una estrella… y tú… tú eres un estudiante de preparatoria. Ordinario. Normal.

Taehyung sintió como si un cubo de agua helada lo bañara de golpe. Su rostro cambió, su mirada bajó, sus labios se apretaron en una mueca amarga. No dijo nada. Solo soltó la mano que todavía sostenía la suya, lo empujó con el hombro, apartándose, y empezó a caminar.

—Es mejor que ya te vayas —dijo con voz baja, pero firme.

Jungkook frunció el ceño, desconcertado.

—¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué pasó? —preguntó, siguiéndolo.

Taehyung apretó los puños, su paso se aceleró, pero Jungkook insistía detrás de él.

Taehyung se detuvo en seco y se quedó quieto, mirando a Jungkook con los ojos vidriosos, el corazón hecho un nudo, los labios apretados por la rabia y la decepción. El viento del mar le golpeaba el rostro, pero lo único que le dolía era el frío que de repente sentía en el pecho.

—¿Una estrella? ¿Eso es lo que eres? —soltó con una voz amarga—. Y yo… ¿solo un chico común?

—Taehyung, ¿por qué estás actuando así? ¡Solo dije la verdad! ¡Estoy tratando de hacer lo mejor! ¡De no arruinarte la vida!