El viento jugaba con los mechones rebeldes de Taehyung, y Jungkook no pudo evitar soltar una pequeña sonrisa mientras lo observaba.

—¿Qué? —preguntó Tae, arqueando una ceja, aunque sin soltar su mano.

Jungkook ladeó la cabeza, como si estuviera analizándolo.

—Nada, es solo que… —dijo con fingida seriedad— si te vieras en un espejo ahora mismo, juro que dirías que el viento te peinó con los pies.

Taehyung lo miró, boquiabierto, fingiendo estar ofendido.

—¡Oye! ¿Y tú qué? Pareces un erizo despeinado. Un erizo… famoso —agregó, cruzándose de brazos, pero manteniendo una sonrisa burlona.

—Eso fue un intento de insulto o de cumplido raro, no lo sé —rió Jungkook, echando la cabeza hacia atrás.

Taehyung también se rió, contagiado por la risa del otro, dejando escapar esa carcajada grave y suave que tanto lo caracterizaba.

—Digamos que fue un equilibrio —dijo Tae, encogiéndose de hombros—. Como tú: un caos equilibrado.

Jungkook lo miró divertido, con los ojos entrecerrados.

—Tú hablas como si fueras todo zen, pero hace unos minutos casi te mueres en el lago porque un pez te rozó el pie.

—¡Eso fue un ataque sorpresa! —se defendió Taehyung, intentando sonar indignado—. Capaz era un tiburón bebé y tú te reíste de mí.

—Sí, claro. Un tiburón bebé en un lago. Seguro venía con su manager y todo —bromeó Jungkook, y ambos volvieron a reír.

Sus manos seguían unidas, como si ese gesto hubiese pasado a formar parte de la conversación.

Después de las risas, el silencio volvió. Pero uno de esos silencios suaves que quedan después de un buen momento, como un suspiro de tranquilidad.

—No sabía que podías ser tan divertido —murmuró Taehyung sin mirar directamente a Jungkook.

—Y yo no sabía que podía reírme tanto… sin tener que fingir —respondió él, esta vez mirando directamente a los ojos de Tae.

Taehyung sostuvo la mirada unos segundos más, con una pequeña sonrisa en los labios.

—Supongo que ambos estamos descubriendo cosas nuevas hoy.

Jungkook asintió despacio, y luego estiró un poco el brazo, con sus manos aún entrelazadas, para jalarlo suavemente.

—Vamos, antes de que el tiburón de agua dulce vuelva a por ti.

—Qué considerado —dijo Taehyung, rodando los ojos mientras caminaban.

—Solo cuido lo que me gusta —soltó Jungkook, sin pensarlo demasiado.

Taehyung bajó un poco la mirada, sintiendo cómo esas palabras, aunque dichas en tono ligero, le golpeaban justo en el pecho.

Pero no dijo nada.

Solo apretó un poco más su mano.

Y siguieron caminando.

Caminaron así, en silencio, unidos de la mano, como si eso fuese lo más natural del mundo.

Hasta que, de pronto, Jungkook habló con voz baja, pero honesta:

—Me agradó mucho pasar este día contigo.

Taehyung sonrió sin soltar su mano.

—A mí también… —respondió, mirándolo de reojo.

: ~~|•  DUMB MISTAKE •|~~ :Where stories live. Discover now