-No me agrada mucho -respondió con un tono neutro, sin entusiasmo-. No me siento en mi lugar, supongo. Tiene algo que no... sé. Como que no conecta conmigo.

Luego giró lentamente la cabeza hacia él, con una sonrisa traviesa dibujándose en los labios.

-Igual que tú -añadió con tono burlón, alzando las cejas en una clara provocación.

Jungkook lo miró de reojo, sorprendido.

-¿Qué? Pensé que ya te caía bien -replicó, fingiendo estar ofendido-. Pero bueno, eso no tiene nada que ver con que no puedas aceptar que no te guste Los Ángeles. No entiendo cómo no puede gustarte. Hay lugares increíbles.

-¿Ah sí? -preguntó Taehyung, ladeando la cabeza.

-Sí, claro. A ver, dime. ¿Qué lugares turísticos no te gustan y cuáles sí?

Taehyung bajó un poco la mirada, jugueteando con los dedos sobre su pantalón.

-No puedo responder eso -murmuró-. Sería mentirte, porque no he ido a ninguno. Desde que llegué con Jimin no he visitado ni un solo lugar turístico. No me llama tanto la atención. Además de que todo este tiempo no he hecho más que estar con mi abuela, con Jimin... y bueno -hizo una pausa, mirándolo con una sonrisita ladeada-, ayudándote a escapar y esconderte de multitudes.

Jungkook soltó una risa inmediata, sincera, esa que salía del estómago.

-Bueno, no te preocupes por eso -dijo sin borrar la sonrisa-. Hoy me voy a sacrificar por ti.

-¿Sacrificarte? -Taehyung arqueó una ceja, divertido.

-Sí -repitió Jungkook con tono solemne y teatral-. Hoy seré tu guía privado. Te llevaré a conocer los mejores lugares de Los Ángeles. No puedes irte sin ver lo mejor de la ciudad. Y ya verás, voy a hacer que cambies esa idea que tienes.

Taehyung soltó una risa suave, mirándolo con una mezcla de ternura y picardía.

-¿Y acaso no tenías prisa por regresar a tu mansión? Ese era el punto, ¿no?

Jungkook negó lentamente, mirándolo un segundo más de lo necesario.

-Por hoy, seré tu guía. Todo lo demás puede esperar -dijo con calma, pero con un tono que dejó algo flotando en el aire, algo que hizo que las palabras se quedaran grabadas en la cabeza de Taehyung, como un eco cálido y persistente.

Taehyung se quedó mirándolo en silencio por unos segundos, y luego le regaló una de esas sonrisas cuadradas que nacían desde lo más profundo, la que hacía que sus ojos se volvieran líneas suaves y que su energía se llenara de luz.

-Estás loco, Jeon Jungkook.

Jungkook rió por lo bajo, pero el sonido se volvió más profundo al ver la sonrisa del chico. Había extrañado esa sonrisa. Desde aquel día en el parque, no la había vuelto a ver tan pura, tan suya.

Encantado, como si ese gesto fuera un tesoro inesperado, Jungkook bajó el volumen de la radio un segundo, giró la perilla y cambió la canción. Una melodía animada y libre llenó el pequeño vehículo, como si marcara el inicio de una nueva aventura.

-Abróchate el cinturón -dijo con una sonrisa pícara-. Vamos a hacer que te enamores de esta ciudad.

Y con eso, el auto volvió a avanzar, dejando atrás el caos y dirigiéndose hacia la promesa de un día diferente, con dos corazones que, aunque aún no lo sabían del todo, empezaban a encontrar en el otro un lugar inesperado pero increíblemente familiar.

- UN RATO MÁS TARDE -


El día avanzó con la energía luminosa de un sol que parecía estar de su lado. Jungkook no mentía cuando dijo que se sacrificaría: lo llevó por calles que Taehyung nunca había visto, caminos escondidos entre colinas doradas, avenidas amplias decoradas con murales vibrantes, y rincones donde el bullicio de Los Ángeles se sentía más cercano, más real.

: ~~|•  DUMB MISTAKE •|~~ :Donde viven las historias. Descúbrelo ahora