El pulso le latía en las sienes. Dio tres vueltas más, buscando despistarlos. Pero eran persistentes. Malditamente persistentes.
Fue entonces cuando, con los nudillos apretados sobre el volante, pensó en él.
Marcó sin pensarlo demasiado.
—¿Jungkook? —respondió Taehyung al segundo tono, su voz aún algo ronca, como si ya estuviera en pijama.
—Tae… Te pago 500 dólares si me haces un favor—Jungkook tragó saliva—. Hay paparazzis. Me están siguiendo. No puedo volver a casa. No ahora.
— Sabes que no se llamaría favor si es que me pagas .
— Eso , es un sí? – Dudo Jungkook en la llamada.
Un segundo de silencio.
—¿Dónde estás?
—Cerca de aquí. A unas calles.
—Ven. Vuelve. Te abriré el cobertizo. Métete ahí con el auto. Como la vez anterior, ¿recuerdas?
La frase lo golpeó con fuerza.
Como la vez anterior.
Claro que lo recordaba. Esa noche, también había huido de flashes, cámaras y gritos. Y fue en ese mismo lugar donde encontró silencio, resguardo... y a Taehyung.
—Sí. Lo recuerdo —susurró, una nota de calidez colándose entre la urgencia.
—Te espero. Voy a abrirlo ahora.
Colgó.
Jungkook apretó los labios, concentrado. Aceleró una vez más, esta vez tomando un camino menos iluminado. Giró por un callejón estrecho, luego cruzó un parque y por fin una calle sin salida, para despistar a los fotógrafos que lo seguían.
Les había perdido la pista… por ahora.
Al llegar de nuevo a la casa de la abuela, todas las luces estaban apagadas excepto la tenue lámpara del patio trasero. La puerta del cobertizo estaba entreabierta. Una figura esperaba junto a ella, cubriéndose con una chaqueta ligera y una gorra.
Taehyung.
Jungkook apagó las luces del auto y se deslizó con suavidad hasta el cobertizo. La madera crujió al entrar, pero el sonido fue breve. Apenas cerró, la oscuridad los envolvió. Solo una rendija dejaba entrar algo de luz desde afuera.
Taehyung cerró la puerta cuidadosamente. Luego caminó hasta donde estaba el auto y tocó el cristal. Jungkook bajó la ventana.
—¿Te siguieron?
—Creo que los perdí. —Su voz aún sonaba agitada, pero al mirarlo… algo se calmó.
Taehyung le ofreció una botella de agua y un Sándwich.
—Bebe y come .
Jungkook obedeció, como si esas pequeñas acciones fueran lo único que le daba dirección.
—Lo siento —dijo de repente, mirando el volante—. Por involucrarte en esto otra vez. Por aparecer en tu vida como una tormenta.
Taehyung se apoyó en el auto.
—Tal vez eres una tormenta. Pero a veces… las tormentas limpian el cielo, ¿sabes?
Ambos rieron suavemente.
Jungkook bajó del auto, con pasos sigilosos, y se sentó en el suelo del cobertizo. Taehyung lo imitó.
—Es irónico —dijo Jungkook, mirando la madera del techo—. Me escondo en el mismo lugar. Persiguen los mismos secretos. Y sin embargo… todo se siente diferente.
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: ~~|• DUMB MISTAKE •|~~ :
FanfictionTaehyung viaja con su familia los Ángeles para ver a su abuela. Su hermano mayor Jimin, está contentísimo pues piensa conocer a su ídolo El joven y guapo cantante Joen Jungkook . A Taehyung le parece una idea ridícula y no entiende Jimin pues , siem...
CAP 22
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