: ~~|• DUMB MISTAKE •|~~ :

CAP 20

—No es asunto tuyo —murmuró Jungkook, a la defensiva.

—Claro que lo es —espetó el productor—. Todo lo que haces es mi maldito asunto. Cada paso que das, cada persona que ves. ¿Sabes cuántos millones se están moviendo con tu imagen? ¿Con tu próxima película? ¿Con tu contrato con la marca de ropa? ¿Crees que puedes darte el lujo de… de salir con alguien así?

—¡No estoy saliendo con él! —explotó Jungkook, aunque algo dentro de él dolió al decirlo.

—No me importa lo que sea. Lo que me importa es lo que parece. Y parece que estás perdiendo la cabeza por un chico cualquiera que no tiene nada que ver con tu mundo. ¿Quieres que te vean de la mano con él? ¿Quieres que corran los titulares? “La estrella juvenil de Corea abandona a su novia por un chico misterioso” —el productor bufó—. ¿Sabes lo que eso significa para ti, para nosotros?

Jungkook guardó silencio. Le dolía la cabeza. Todo era un torbellino.

—Escúchame bien —Jeong bajó la voz, pero no por calma, sino por gravedad—. Ese chico va a ser tu ruina si no te alejas. No solo es un don nadie, sino que es un peligro para tu imagen. Lo vi en fotos. ¿Sabes cómo te mirabas? Como si estuvieras enamorado.

Esas palabras lo apuñalaron.

—Yo… no… —susurró, sintiendo cómo su voz se rompía.

—¿Qué? ¿No eres gay? —lo interrumpió el productor con desprecio—. ¿Verdad que no, Jungkook? No puedes serlo. Tu imagen, tu carrera… Daniela, por Dios. Ella es la cara perfecta para ti. ¿Quieres tirarlo todo a la basura por una fantasía estúpida con un tipo que solo te va a traer problemas?

Jungkook apretó los puños.

—Él no es un problema…

—Lo será. Ya lo es. Vas a alejarte. Vas a mantener tu imagen limpia. Vas a hacer lo que se espera de ti, y vas a dejar de actuar como un niño caprichoso.

—No es un capricho… —respondió con voz apagada.

—¿Entonces qué es? —gritó el productor, con una fuerza que hizo eco en las paredes—. ¿Qué demonios es ese chico para ti?

Silencio.
Jungkook no supo qué responder.

Porque la verdad…
Ni él mismo lo sabía todavía.

Jeong se acercó más, tan cerca que Jungkook podía oler su perfume costoso.

—Vas a olvidarte de él. Vas a mantenerte cerca de Daniela. Vas a comportarte como un maldito profesional. Y si alguna vez se te ocurre poner en peligro lo que construimos, te juro que me encargo de que nadie vuelva a mirarte igual. ¿Entendido?

Jungkook asintió en silencio, sin poder mirar al hombre a los ojos. Sentía que todo se cerraba sobre él.

La puerta se cerró de golpe cuando Jeong se marchó.

Y Jungkook se dejó caer en el sofá, sin aire.

Tenía el rostro entre las manos. Las palabras del productor eran dagas clavadas en su pecho. El peso de su carrera. De su vida. De sus inseguridades.

Y en medio de todo eso…
Estaba Taehyung.

¿Qué estaba haciendo? ¿Qué demonios estaba haciendo?

-- TAEHYUNG --

El auto se había alejado.
Sin despedidas.
Sin explicaciones reales.

Y él estaba de pie en una esquina, con su bolso colgando flojo de su hombro y el corazón latiendo tan despacio como si no quisiera seguir. Miró el pavimento, luego el cielo. Ni siquiera supo por qué sentía ese nudo en el estómago. No era enojo. No era tristeza. Era esa mezcla turbia que solo aparece cuando algo que querías que durara… termina sin previo aviso.