—¿Con quién hablas tanto? —preguntó Jungkook sin apartar la mirada.

Yoongi alzó la vista por un segundo, solo para volverla a bajar.

—Nadie. Cosas mías —respondió, con esa calma con la que solía evitar temas que no quería tratar.

—¿"Cosas tuyas"? Te estás riendo solo y haces caras raras. ¿Es una chica?

Yoongi arqueó una ceja, con un aire divertido.

—¿Y si fuera un chico?

Jungkook se encogió de hombros, un poco sorprendido por la naturalidad de su respuesta.

—No sé… solo preguntaba. Pero igual tienes cara de estar coqueteando.

Yoongi se echó hacia atrás, dejando el celular boca abajo en la mesa.

—Bueno, no estaba coqueteando… tanto —confesó, ladeando una sonrisa—. Era con Jimin.

—¿Jimin? —Jungkook repitió, como si el nombre le cayera de pronto.

—Sí. El hermano de Taehyung. ¿te acuerdas?

—Claro que me acuerdo… —murmuró Jungkook, sintiendo una ligera presión en el pecho.

Yoongi se estiró, tomando el control de la consola.

—Pero ya. Basta de hablar de mí. Vamos a jugar. Si pierdes, me debes una cena.

—No pienso perder —respondió Jungkook, cogiendo el otro control—. Y tú vas a pagar los zapatos nuevos si Bam te vuelve a vomitar encima.

Yoongi soltó una carcajada.

—Aún no me devuelve los anteriores, ¿sabes?

—¿Quién?

—Taehyung. Desde aquella noche. Los tuvo que lavar… o quemar, no sé. Aunque con ese vómito, era mejor tirarlos a la basura.

El nombre de Taehyung resonó más fuerte de lo normal en la sala. Jungkook sintió cómo algo dentro de él se removía al escucharlo. Hacía días que no lo veía… y aunque intentaba convencerse de que no era importante, el vacío que le dejaba esa ausencia no lo dejaba tranquilo.

—¿Y qué hay con Taehyung? —preguntó, intentando sonar casual.

Yoongi tardó unos segundos en responder. Miró a Jungkook de reojo, y por alguna razón, decidió decir la verdad.

—Jimin me escribió… me contó algo sobre él.

Jungkook pausó el juego por un segundo.

—¿Le pasó algo?

—Sí. Su ex subió una publicación horrible. Básicamente confirmó que estuvo saliendo con otra mientras aún estaba con él. Y no solo eso, sino que se burló de su relación, como si nunca hubiera valido nada. Jimin me dijo que Taehyung se quebró. Lloró mucho.

El control de Jungkook se quedó inmóvil entre sus manos. Recordaba la noche en que habló con Taehyung sobre Minho. Cómo sus ojos se nublaban al mencionarlo. Cómo evitaba los detalles. Y ahora… imaginárselo llorando por ese imbécil… se le revolvía el estómago.

—¿Quién se cree que es ese tipo? —escupió con rabia inesperada—. ¿Cómo pudo hacerle eso?

Yoongi lo miró con atención. Había visto a Jungkook enfadado antes, pero esto era diferente. La forma en que apretaba los dientes, la tensión en sus hombros, cómo fruncía el ceño sin darse cuenta…

—¿Te afecta tanto?

Jungkook desvió la mirada.

—No es eso… solo que… nadie merece que lo traten así. Taehyung… él… es una buena persona.

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