—Tae… —dijo Jimin, notando el cambio inmediato en su expresión—. ¿Qué pasa?

Taehyung no respondió. Se giró, caminando hacia el pasillo. Cerró la puerta de su habitación y apoyó la frente contra la madera. Lo había aguantado todo este tiempo. No lloró cuando Minho lo dejó. No lloró cuando lo evitó. No lloró cuando lo ignoró en la fiesta del vecindario. Pero esa publicación fue una puñalada directa. No solo por la imagen, sino por lo que implicaba. ¿Lo había estado engañando todo ese tiempo?

Las lágrimas llegaron con rabia, no con tristeza. Se dejó caer contra la pared, sollozando en silencio. No quería que nadie lo viera así. No otra vez. Y entonces comenzaron a caer gotas de lluvias, resonando las ventanas.

--- MINUTOS DESPUÉS ---

La lluvia seguía golpeando débilmente los cristales de la ventana, como si el cielo quisiera acompañar la tormenta que se desataba en el pecho de Taehyung. Seguía sentado en el suelo de la sala, con la notificación aún abierta en su teléfono, aunque la pantalla ya se había apagado hace rato. No podía apartar la mirada, como si el recuerdo de esa imagen estuviera grabado en su retina.

Minho…
Sonreía.
Sonreía con otra chica, abrazado a ella con la misma sonrisa que una vez le dedicó a él.
Y el texto… ese maldito texto.

> "Nunca debí esperar tanto para ser feliz con la persona correcta."

Las palabras pesaban como puñales, más que la imagen, más que cualquier recuerdo. ¿Eso había sido su relación para Minho? ¿Una equivocación? ¿Una espera frustrada?

Jimin no era alguien fácil de engañar. Entró sin pedir permiso,  Taehyung intentó ocultar su rostro, pero era inútil. El muro había caído.

—¿Tae…? —La voz de Jimin se coló por toda la habitación.

Cuando su hermano lo encontró ahí, en el suelo, con los ojos hinchados, la respiración entrecortada y la cabeza gacha, supo al instante que algo se había roto. Sin decir nada, corrió hacia él, agachándose y tomándolo en sus brazos.

—¿Qué pasa? ¿Qué te hicieron?

Taehyung no pudo sostener más el silencio. Se aferró a Jimin con fuerza y por primera vez en mucho tiempo, permitió que el llanto saliera libre, sin barreras. Como un niño que ya no puede fingir estar bien, lloró. Lloró por Minho. Por las dudas que nunca se respondieron. Por las noches en las que pensó que tal vez era él quien no era suficiente. Por los días en que se sintió invisible.

—Me engañó, Jimin… —musitó con voz rasgada—. Todo ese tiempo, él… ya estaba con otra persona. ¿Por qué no me lo dijo? ¿Por qué no solo… me dejó antes?

Jimin sintió que la sangre se le congelaba, pero no dijo nada al principio. Solo acarició el cabello de su hermano, apretándolo más contra su pecho. Sabía que no podía cambiar el pasado, ni borrar esa herida que Taehyung acababa de reabrir, pero al menos podía sostenerlo mientras sanaba.

—Tú no tienes la culpa, ¿me oyes? No hiciste nada malo. Él fue un cobarde. Un idiota.

—¿Por qué siempre me pasa esto, Jimin…? ¿Por qué siempre siento que no soy suficiente para nadie? —Taehyung se encogió en su abrazo—. Lo di todo. Todo lo que pude dar…

El silencio volvió por unos minutos, solo interrumpido por los sollozos que poco a poco se fueron apagando. Finalmente, agotado por la intensidad de las emociones, Taehyung se quedó dormido, acurrucado en los brazos de su hermano menor.

Jimin lo acomodó con cuidado en su cama, colocándole una manta encima y limpiándole las lágrimas secas con los dedos. Lo observó un momento, con tristeza.

: ~~|•  DUMB MISTAKE •|~~ :Donde viven las historias. Descúbrelo ahora