Y para empeorar las cosas, Jimin estaba ahora más motivado que nunca a perseguir el rastro de Jungkook por toda la ciudad… un rastro que Taehyung también conocía… pero que prefería no volver a seguir.

O al menos, eso se repetía a sí mismo.

--- CON JUNGKOOK ---


El sol apenas comenzaba a colarse por las grandes ventanas de la mansión Jeon cuando Jungkook abrió lentamente la puerta trasera, esa misma por la que tantas veces había escapado en secreto de eventos, entrevistas, y de su propia realidad.

Caminó con pasos sigilosos por los pasillos de mármol, cargando sus zapatillas en la mano para no hacer ruido. Aunque técnicamente vivía ahí, esa casa no se sentía suya desde hacía tiempo.

Subió las escaleras directo al segundo piso y empujó con suavidad la puerta de su habitación. El lugar estaba en penumbra, pero alcanzó a ver una figura medio caída en el sofá: era Yoongi, profundamente dormido, con una botella de agua vacía en el pecho y una almohada improvisada bajo el cuello.

Jungkook cerró la puerta detrás de sí, se dejó caer sobre la cama con un suspiro largo y profundo, pero el movimiento hizo crujir el colchón, y Yoongi se removió.

—¿Quien es? —murmuró medio dormido— ¿Kook? ¿Eres tú?

—Sí… soy yo.

Yoongi se incorporó, frotándose los ojos. Tenía el cabello hecho un desastre y cara de pocos amigos, aunque eso nunca fue algo raro en él.

—¿Dónde demonios estabas? ¿Sabes qué hora es? —reclamó, sentándose completamente—. Te fuiste a cantar anoche… y no volviste.

Jungkook dejó caer el brazo sobre sus ojos.

—Estaba con alguien.

—¿Alguien? —repitió Yoongi, ahora completamente despierto—. ¿Daniela?

Jungkook soltó una risita irónica.

—No, no con Daniela. Con un chico. El hermano del chico que casi maté con la puerta trasera.

—Ah… el del vómito.

—Exactamente.

Yoongi se quedó en silencio unos segundos, luego resopló.

—¿Dormiste en su casa?

—En su cobertizo —corrigió Jungkook—. No seas dramático.

—¿Y lo fuiste a dejar ya?

—Sí, se levantó antes que yo. Cuando volví a ver el cobertizo, ya se había ido. Lo tomó con madurez, creo… aunque no estaba muy contento de tenerme ahí.

Yoongi se rascó la nuca, aún medio confundido.

—¿Y el hermano? ¿Jimin, no?

Jungkook se irguió un poco y lo miró de reojo.

—¿Lo llevaste a casa, como te pedí?

—Sí, claro —respondió Yoongi, encogiéndose de hombros—. Pero casi me arrestan en el intento. El chico se había hecho pasar por mi asistente en la fiesta. Lo tenía acorralado seguridad. Tuve que improvisar todo un discurso sobre cómo lo había contratado para cargar los cables de sonido.

—¿Y luego?

—Luego… bueno, lo llevé. Él no paró de hablar en todo el camino. Es bastante carismático, aunque un poco dramático. Pero… simpático.

Jungkook lo miró en silencio, y una ceja se le arqueó con lentitud.

—¿Simpático, huh?

Yoongi le lanzó una mirada cansada.

: ~~|•  DUMB MISTAKE •|~~ :Onde histórias criam vida. Descubra agora