: ~~|• DUMB MISTAKE •|~~ :

CAP 03

—Buenos días, Jimin. Yo también estoy bien, gracias por preguntar —dijo Taehyung, rodando los ojos mientras se servía jugo.

Jimin ignoró la ironía y se inclinó hacia él como si compartieran un secreto de Estado.

—Hoy es el cumpleaños de Daniela, ¿recuerdas? Su novia. Bueno, supuesta novia. ¡Ella hará una fiesta enorme! ¡Y tengo un plan!

—Oh no.

—Sí, sí, sí, sí. Vamos a ir. Bueno, yo voy a ir. Tú me vas a acompañar.

—¿Perdón?

—Si no vas conmigo, mamá no me va a dejar salir. Ya sabes cómo se pone. Pero si le digo que "Taehyung me acompaña" de inmediato cree que voy al museo.

—¡Porque soy un chico responsable!

—¡Exacto! —sonrió Jimin—. Y necesito esa responsabilidad esta noche... en una fiesta en Hollywood, donde probablemente estará Jungkook.

Taehyung hundió la cara en su taza de café.

—Me niego.

—Te ruego.

—Me rehúso.

—Te compraré helado de menta con chispas de chocolate durante una semana.

—Mmm...

— Dejaré de hablar de Jungkook por el resto de la semana -- Taehyung lo miro con incredulidad -- Se que desde que llegamos no he dejado de hablar de él , por eso prometo no volverlo a mencionar frente a ti toda esta semana - dijo el mayor .

—Veré qué puedo hacer -- respondió Taehyung.

Mientras desayunaban, el nuevo novio de su abuela, un hombre bajito y delgado llamado Seujun  , entró en la cocina con una caja de herramientas y un sombrero de pescador.

—Buenos días, familia —dijo, como si llevara años en ese lugar.

—Hola, Seujun —respondieron ambos nietos con una mezcla de cortesía y resignación.

Seujun no era malo. Solo... peculiar. Amaba contar chistes malos y coleccionar imanes de refrigerador con frases motivacionales.

—¿Qué tal si hoy vamos todos a dar un paseo en el auto? —sugirió la abuela, emocionada—. ¡Quiero mostrarles las nuevas flores que plantaron en el jardín japonés del parque!

Jimin tragó saliva con dificultad.

—¿En tu auto...? ¿El rosado?

—¡Por supuesto! ¡Mi precioso Rosita! —exclamó ella con orgullo, señalando el pequeño y viejo convertible rosa pastel que parecía sacado de una caricatura.

—¿Y... no hay otro? ¿Como una bicicleta? ¿Un scooter? ¿Una nube voladora? —preguntó Jimin, deseando evaporarse.

Taehyung no pudo evitar reír. Ver a su hermano, el amante del glamour, rogando por no ser visto en ese auto era el karma más puro que había visto en días.

Al final, el paseo sucedió. Los cuatro en Rosita, con música de los años sesenta, mientras Seujun cantaba a voz en cuello y la abuela saludaba a todo el mundo por la ventana.

Jimin se ocultaba tras unas enormes gafas de sol, deseando que nadie lo reconociera (aunque nadie lo conocía allí, irónicamente).

Más tarde, ya de vuelta en casa, mientras la abuela y Carlos veían una telenovela en la sala, Taehyung y Jimin se encerraron en el cuarto a repasar los “detalles del plan”.

—Entraremos por la parte trasera. Hay una cerca, y según la foto de ayer, hay una rendija donde podemos colarnos. Una vez dentro, tú solo me cubres. Si mamá llama, le dices que estamos en el cine.

—¿Y si nos descubren?

—¡No nos van a descubrir! Es solo por un par de horas. Prometo no hacer locuras. Solo quiero verlo. Solo un vistazo. Aunque sea de lejos.

Taehyung lo observó en silencio. Su hermano realmente brillaba cuando hablaba de Jungkook. Era ridículo... y al mismo tiempo, un poco entrañable.

—Está bien —suspiró finalmente—. Pero si terminamos arrestados o en las noticias, te juro que le diré a mamá que fue idea tuya. Con fotos.

—¡Eres el mejor hermano del universo!

Y con eso, el plan estaba en marcha.

Pero no contaba con que toda su vida diaria un giró de 360° esa noche ......