- Yo...

- Por favor no me digas que estas embaraza, porque...- dije con las palabras enredándose en mi boca, en cuando la idea se cruzo por mi mente una señal de alerta se encendió.

- ¡No!- me cortó con exasperación- No estoy embarazada.

Sentí como un peso invisible abandonaba mi cuerpo.

- ¿Entonces?- inquirí.

- La familia Ulrich viajará a Australia, a visitar a la hermana mayor de Loreley que esta estudiando allá para vacaciones- solo dijo eso, como si ya lo estuviera explicando todo.

- ¿Y?

- Me han invitado- dijo casi avergonzada y yo no lo entendía.

- Es una pena, ¿ya les has dicho que vienes a América?

Ella no me contestó y su mirada viajó por toda la habitación sin mirarme.

- Katie- insistí un poco impaciente.

- Yo...- trató de decir pero se calló.

- Tu quieres ir- concluyó la frase por ella.

- Si- dijo en susurro pero puedo escucharla con claridad.

- No puedo creerlo Katie- mis voz suena molesta- Mamá te espera, yo te espero.

- Me han invitado y de verdad me gustaría ir...

- Mamá- la interrumpí.

- Hablaré con ella, lo prometo- dijo con la vista perdida.

- No se trata de hablar, sino de como se sentirá, Katie, se consciente- dije tajante.

- Lo arreglaré, si.

- Ya no importa, de igual forma siempre consigues lo que quieres- estaba decepcionada de ella, hacía mas de tres meses que no estaba en casa y mamá realmente la esperaba- Adiós Katie.

- ____________...- finalicé la video cam sin despedirme.

No puedo creerlo. Sin darme cuenta mis ojos comenzaron a escocer.

- ___________- su voz me sobresalto. Me giré de respingo al verle en el umbral de la puerta, observándome con atención.

- ¿Me has escuchado?- no se porque lo pregunto, me encontraba conmocionada.

- No importa- dijo él mirándome con los brazos cruzados sobre su pecho- Tu madre quiere hablarte.

- Dame un segundo- hice un amago de sonrisa pero sospecho que fue mas como una mueca.

Respiro profundo y lavo mi cara, aliso mi despeinado cabello con mis pedos y bajo hasta donde se encontraba mamá.

- ¿Querías algo?- mi madre estaba cocinando.

- Así es- se limpió las manos en su delantal y se detuvo para observarme- ¿Te sientes bien? Estas pálida.

Sus cálidas manos tocaron mi mejilla y bajo la mirada incapaz de verla.

- Estoy bien- le dediqué una sonrisa, lo más convincente que pude.

- Bien- ahora ella es quien sonríe- Quería hablarte de la llegada de tu hermana, quiero hacerle una sorpresa.

Siento un nudo en la garganta. Asiento frenéticamente, quizás un tanto exagerada.

- Me parece bien.

Tomé un abrigo de lana y salí de casa; hacía una tarde fría, estaba oscureciendo significativamente rápido. El rugido de un motor me hizo parar abruptamente.

Someday Mine |ZM| En Edición.Where stories live. Discover now