»ANTES DEL ANOCHECER«

0 0 0
                                    

Al día siguiente...

Namor no concibía que hubiera metido a Kaaknaab a la lava ardiente y no le haya pasado nada, aún me miraba como si fuera una loca. Pero al menos volvimos a tiempo para que él pudiera volver a los deberes reales.

–Madre, llegó para ti está mañana– Dijo Namor dándome una caracola.

Con mi mano libre tomé la caracola y la puse en mi oído.

–Olivia, necesito de tu ayuda, estuve rastreando al líder de un cartel en Brasil, encontré cosas bastante perturbadoras, por favor ven en cuanto escuches esto– Dijo la voz de Morgan, el mensaje terminó y puse la caracola en manos de Namora.
–Gracias ¿Sabes si los científicos terminaron lo que les encargué?– Pregunté y ella asintió con una sonrisa, inusual en ella.
–Ven conmigo– Dijo emocionada y empezó a nadar al laboratorio.

Llevé a mi bebé conmigo, me había acostumbrado a tenerlo donde fuera y en Talokan era adorado por todos. Fuimos al laboratorio, los científicos nos recibieron con una reverencia. Saludé y dos de ellos me llevaron por algunos pasillos hasta... Una sala con dos cilindros metálicos en medio de todo.

–Madre– Salidó la jefa de científicos y asentí, luego señaló al primer cilindro– Fue un honor trabajar con usted y por fin los últimos toques que nos encargó, están listos.
–Fabuloso, muéstrame– Dije viendo ambos trajes negros con partes negras un poco más brillantes y otras en dorado.
–Con los trajes que nos dió pudimos investigar más y modificarlos por completo, sus trajes les brindan comodidad, seguridad con nanotecnología, se restauran solos y mientras vuele no podrá ser detectada por ningún satélite, computador o cualquier tecnología, tiene una capa retráctil que cae por el hombro izquierdo, sujeta de ambos hombros con un espacio en la espalda para poner la espada del infierno, botas cómodas y una máscara para cubrir su rostro, guantes con dos dedos, el anular y el medio, termo resistente, conductor de energía, no se quemará aunque invoque rayos o lo moje.
–Es perfecto, muchas gracias– Dije viendo la tela, una aleación de policarbonato, spandex y vibranio.

Era negro, pero tenía marcas de grabados mayas en un tono más oscuro brillante que resaltaba con la luz de lado. La máscara era un cráneo de jaguar de vibranio negro y con marcas mayas en hueco negro, además de tener un copilli de algas talladas en vibranio y oro alusivas a plumas, parecidas a las que Namor tenía en su casco de serpiente emplumada.

–Bien, empáquenlos– Ordené con diversión y ellos aisintieron, yo mecí a Kaaknaab y él se reía– Mamá tiene que irse, in ka'an.
–Hoy es su cumpleaños, Na', la celebración– Dijo uno de los científicos cercanos.
–Ah, claro– Contesté levantando la cara.

Y me cambié, vestí a Kaaknaab y bajamos a Talokan. La gente me llenaba de sonrisas, regalos y palabras de felicitación y amor... Pero el regalo más grande y que jamás esperé, fue que Namor trajo a Morgan y cuando lo ví lo abracé por tanto tiempo que incluso el mismo Namor me regañó, pero no me importó.

–Te envié el mensaje porque no creí que te dejarán salir por tu cumpleaños y tampoco aue me dejarían venir– Dijo Morgan en mi hombro y me reí, yo negaba, era una locura, él traía una máscara de oxígeno y soportaba la presión y el frío gracias a sus poderes.
–Me alegra tenerte aquí– Susurré acariciando su cabello.

Después de la gran fiesta en la que sorpresivamente Namor me dejó bailar, besé y abracé a Kaaknaab por un largo rato hasta que lo dejé en brazos de su padre. No lloró, nunca lo había dejado por un rato largo de tiempo, entonces no entendía.

–No tardes más de una semana– Pidió Namor antes de besar mi frente y despedirme.

Me puse el traje y me fuí en busca de Morgan.

I'MM- LADY HEART OF THUNDER (Mini Libro)Where stories live. Discover now