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Primeros días después de Thanos...

Narrador

Dos chicos perdidos y aterrados corrieron por días dentro del bosque, hasta que, agotados, se dejaron caer al suave pasto. Sus pechos subían y bajaban con violencia mientras sus pulmones guardaban y sacaban el aire.

Sus corazones... Destrozados, sus piernas, agotadas y sus cabezas revueltas. Ambos querían llorar, pero la energía era nula y la deshidratación era mucha. Así que se quedaron tirados y en silencio por un rato... Con la mente llena de ideas, recuerdos he imágenes. Ambos habían perdido familia, amigos... Todo en un segundo o más bien... En un chasquido.

Algunas horas más tarde, ya más calmados, se dieron cuenta de que a unos metros había un arrollo y con las piernas temblorosas gatearon hasta el agua. Olivia tan solo bebió rápido, pero Morgan se dejó caer dentro del río.

–La tierra llora– Susurró Morgan flotando cerca de la orilla– Las rocas, los granos de arena, el polvo, todos sienten el cambio... La mitad de la vida en la tierra se ha marchado.

Ella entendía lo que decía, los poderes de Morgan se conectaban con todo aquello que tocaba tierra o piedra. Él debería sentir las vibraciones. Olivia tomaba más agua con sus manos pero las gotas de escurrían por las grietas negras de sus dedos.

–¿Por qué? Sobreviví solo para morir de otra forma, debí haberme ido con mi hermano– Dijo ella y cuando esas palabras salieron de su boca, sus ojos lloraron involuntariamente.

Y así se quedaron un rato más... Él flotando, ella viendo el agua correr por sus manos.

Olivia y Morgan, siguiendo los últimos capítulos publicados en el libro pasado, fueron con Deaton, Olivia se curó y después de estar todo el mes con él, se fueron para no volver en un largo, largo tiempo.

Mes 2 (Después de Deaton)

Habían pasado semanas vagando por el bosque de Beacon Hills, ni siquiera sabían que era tan grande, pero caminaron hasta llegar a una enorme cascada que desembocaba en un lago que corría hasta el río que habían seguido. No tenían casa, no tenían lugar para refugiarse y ahí Morgan tuvo una idea. Con sus poderes abrió una cueva detrás de la cascada, cubierta por el agua que caía, entonces entraron y por algún tiempo ese fue su hogar. Robaron muebles y algunas otras cosas de varias casas abandonadas en el pueblo, y las llevaron a esa cueva acogedora detrás de la cascada.

Día y noche, ambos se lamentaban por lo sucedido, había semanas enteras en las que no comían y solo dormían. Estaban hundidos en una profunda depresión y lo único que les daba al menos una pizca de paz era saber que estaban juntos.

Mes 3...

Habían pasado semanas sin comer, sin levantarse de sus camas y solo lamentándose por sus vidas... Hasta que Olivia pensó en algo. Jack estaría muy enojado también por cómo estaban llevando todo. Si bien Jack era de esos chicos a los que les encanta hacer drama, también era un optimista en ocasiones que de verdad lo ameritaban. Jack tenía un carácter fuerte y resistente, se había puesto de pié en tantas ocasiones en las que Olivia solo hubiera esperado a que todo se resolviera solo. Y ahora que él no estaba, Olivia tenía que cumplir con su papel. Tenía que animarse al menos para salir a buscar algo de comida y algo que hacer para no pensar tanto. Eso le dió fuerzas, eso y pensar en que Loki seguro se estaría burlando de ella, de estar triste por perder a lo que él llamaba “Un estúpido grupo de amigos ridículamente idiotas” Así que tomó todo su flaco cuerpo y lo puso de pié, se impulsó hacia adelante con pesadez y se decidió a vivir, pues no tenía otra opción, literalmente, en el inframundo no la recibían.

Mes 4... En alguna parte de Brasil.

Si bien las cosas no fueron como antes y ni siquiera tenían ánimos, ambos se alentaban el uno al otro para seguir con la vida. Habían decidido que podrían tener un tiempo tranquilos en cualquier lugar, así que viajaron de lado a lado, pero un problema los seguía a dónde fuera. Grupos de mafiosos habían tomado las calles, parecía que Thanos solo se había llevado a la mitad buena del universo, pues el crimen crecía en cualquier lugar en el que estaban, a tal punto en qué probaron tres países en tres semanas y todo era igual. Y aunque aún estaban algo sensibles por el tema de Thanos y la pelea decidieron hacer algo. Serían una especie de justicieros. Eso podría ayudarlos a mantener su mente ocupada, a sacar sus violentos impulsos y a mejorar un poco el mundo para las personas que aún estaban en él... Sin contar que ellos mismos habían desarrollado una especie de estrés post traumático y ahora vivían aterrados con la idea de que algo pudiera pasarle al otro y se quedaran solos por siempre. Pero no podían hacerlo solo así como así, les faltaba algo muy importante. Durante la derrota contra Thanos y la huída inesperada, la espada del inframundo y las espadas gemelas se habían extraviado. Las olvidaron por completo a la hora de correr y se quedaron en Wakanda. Así que tenían que buscarlas. Después de todo, no hay un buen héroe sin un arma poderosa.

Mes 5... Castillo de CRUEL... Sala de operaciones...

En la mesa se juntaban unos ojerosos y muy desaliñados jóvenes con cargos mundiales que los devoraban en pilas de documentos. Se encontraban revisando un tema muy importante.

–La espada del infinito y las espadas gemelas– Leía Cara con cansancio en un iPad– Se confiscó por el gobierno Wakandiano hace ya tres meses, la semana pasada la princesa Shuri nos hizo el honor de enviarla hacia acá a petición de la junta directiva del nuevo gobierno de CRUEL, o sea nosotros, pero el jet en el que venían fue derribado.
–¿Tenemos sobrevivientes?– Preguntó Scott con la cabeza pegada al escritorio.
–No, todos los cuerpos están ahí, incinerados, por lo que no podemos sospechar de un atentado por parte de los mismos pasajeros, debió ser alguien de afuera– Decía Cara y luego cambió la página– Debemos buscarlas, Thor insiste en que tras la muerte de Odín, el hechizo que protegía a la Keravnos apó ton Káto Kósmo se ha roto, cualquier persona puede manipularla ahora.
–Si, si, que todos estén atentos, seguro tratarán de venderlas en el mercado negro– Dijo Hellhest con la cabeza metida en un libro de auto motivación.

Nadie más dijo nada, el ánimo estaba por los suelos, al igual que Dylan, él estaba tendido en el suelo, viendo al techo y reflexionando en su miserable vida.

I'MM- LADY HEART OF THUNDER (Mini Libro)Where stories live. Discover now