I'MM- LADY HEART OF THUNDER (Mini Libro)

»LAS PASES CON TU PASADO«

Dos días después...

Olivia

Druig se había vuelto muy pegajoso, se la pasaba todo el día cerca de mí y era divertido. En los deberes diarios se pasaba por ahí y me hacía bromas, en ocasiones me empujaba suavemente. Me sentía mejor respecto a mi cabeza, dejar las cosas de mi familia atrás era relajante, aunque seguido regresaban esos pensamientos. Morgan también se veía mejor y en cuanto a lo físico, mis costillas ya no dolían, los moretones se iban poco a poco pero la pierna seguía matándome.

–Mi linda Olivia– Saludó Druig esa tarde horas después de comer– Ven conmigo, es hora de un paseo por el valle de tus recuerdos.

Entre cerré los ojos tratando de ver algo en el que me dijera lo que tramaba pero nada. Aún necesitaba las muletas así que caminamos lento hasta una parte del bosque en la que un círculo de personas, entre ellas mi padre, hermanos y Morgan estaban sentados en el suelo.

–¿Qué es esto?– Pregunté tratando de mantener la calma y no empezar a juzgar antes.
–Morgan y tú van a contarnos todo lo que sienten, es necesario– Explicaba ayudando a que me sentara en medio de dos personas desconocidas– Externar sus sentimientos para analizarlos es de mucha ayuda.
–No los conozco, no quiero hablar de eso– Dije negando con la cabeza.
–Pues esta actividad no es opcional– Contestó caminando hasta otro lado en el círculo.

Me sentía sola, desprotegida. Morgan estaba exactamente frente a mí, papá unas cuatro personas a la izquierda, James cuatro a la derecha, Akatzin junto a él, Druig tres personas a la izquierda de Morgan. Yo siempre tenía un círculo de protección que incluía a mis amigos, hermanos o personas cercanas a mí. Jamás me había sentido sola o expuesta y desde que Jack se fue, esa parte de él que siempre me acompañaba ya no estaba. Ahora tenía que sacar todo lo que me dolía a personas que no conocía y eso me asustaba, más estando sola. Miré a mi derecha, estaba un hombre mayor, de cabello gris y piel morena, a mi izquierda una joven de unos quince años, cabello negro, piel negra, me sonrió y yo me sentí nerviosa.

–¿Y por qué aquí? ¿Con ellos?– Preguntó Morgan rascando su cabeza.
–Ustedes no son los únicos que no se han sentido bien– Dijo Druig doblando las piernas frente a él– Empiezas.

El chico que estaba junto a Druig empezó a hablar y contar todo lo de su vida, lo mal que se sentía por la muerte de su abuelo. Yo empecé a pensar en otras cosas, en los árboles que estaban rodeándonos ¿Cuánto llevarían ahí? ¿Qué cosas habían visto o escuchado? Los árboles guardan los secretos del mundo.

–Gracias Andrés, espero que lo que Amelia te dijo te halla hecho sentir mejor– Dijo Druig y lo miré tratando de hacer como que si había escuchado todo.
–Se siente mejor compartirlo– Dijo el chico sonriendo.
–Morgan– Dijo Druig y él levantó la cabeza, también estaba distraído– Te toca.

Morgan me miró, podía ver qué se sentía como yo, así que palmee el lugar junto a mí, él pareció querer levantarse.

–No, Morgan, no puedes depender de la sensación de seguridad que te da Olivia– Dijo Druig y abrí mucho los ojos– Y tú tampoco debes depender de él, voy a recordarles algo, están solos, todos estamos solos, vienen al mundo solos y morirán solos.
–Yo no– Dije levantando una ceja, vine al mundo con mi hermano.
–Jack ya no está, estás sola y eso está bien, debemos aprender a amar nuestra compañía más que la de alguien más, disfrutar los ratos que tenemos para nosotros mismos, abrazarte con fuerza y ser la única compañía que de verdad necesitemos– Explicaba el chico de ojos rasgados con una sonrisa feliz– Ser valientes para amar cada parte de ti mismo y ser seguros para lanzar al mundo su yo más auténtico.
–Bien, bien, me quedaré aquí– Decía Morgan poniendo los ojos en blanco– Y que quede claro que yo me amó más que a nadie.