»STARS«

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Olivia

Me despertó un grito y al voltear ví que Hany había despertado de un susto.

–Ya sé qué podría ser– Dijo Kurt levantando una tablet del suelo.

Le lancé un cojín a Marc y luego otro a Morgan. El primero solo sacudió la cabeza, el segundo se levantó rápido del sillón, pero al ver que nada pasaba solo se sentó de nuevo.

–Esto– Dijo Kurt mostrándome un vídeo de mí editado por fans, eran pedazos de grabaciones pegados en un solo video, escenas de mí luchando contra cruel, otras en Beacon Hills, unas más con Thanos y mi espada, de fondo se veían algunos de mis amigos y... Mi hermano– ¿Te das cuenta?
–No– Contesté con seriedad haciendo que su expresión de emoción se borrara.
–Okay mira esto– Dijo tecleando cosas en la pantalla, luego un vídeo de Morgan golpeando gente en la calle o escapando de algún lugar o chocando un coche, Morgan siendo Morgan– ¿Cómo ves a tu amigo en este momento y cómo se ve en los vídeos?

Volteé a verlo y levanté una ceja, él estaba adormilado viendo la vitrina con una estatua dentro.

–Estúpido, como siempre– Dije con seriedad, eso causó una pequeña risa de Marc.
–No era el punto pero por ahí va ¿Y cómo te ves tú en esos videos? ¿Cuál es el mensaje principal y el título del vídeo?– Preguntó Kurt yo negué, ya no reconocía a esa mujer que se veía fuerte y grandiosa.
–Bright Heart of Thunder, Bright Hero, Bright Thunder in our hearts– Dijo Marc y miré a otro lado– Se veía brillante, reluciente, y era la protección de muchos, una heroína para la gente.
–No soy eso, no pude salvar siquiera a mis amigos– Interrumpí viendo con enojo a Marc– Esto es ridículo.
–Mi teoría es... Que cambiaste, tu corazón se oscureció y la espada lo nota, siempre la has usado para la justicia y lo que creías que era bueno, pero ahora la usas para asesinar a quien te place– Explicaba Kurt y negué, no era verdad eso, yo no era así– Con Morgan la espada es igual porque él sigue siendo igual, tiene un brillo oscuro en su interior porque Morgan siempre ha tenido el corazón así, y tengo otra teoría, la espada cambia de tonalidades porque busca a alguien más que la porte.

Me levanté, saqué la daga de Loki y salté sobre Kurt acorralándolo contra el escritorio y poniendo la hoja de la navaja en su cuello. Marc y Morgan me decían cosas pero yo no escuchaba, solo sentía sus jalones en mi ropa y la de Kurt.

–Retráctate de lo que dijiste– Gruñí viendo la cara de miedo del chico– Esta espada es mía, yo soy... Soy... Olivia, princesa de...
–Ni siquiera sabes quién eres, y al perder a tu familia, la única estabilidad dentro de tu vida, tú corazón se fracturó, por eso la espada está cuarteada, por eso es negra y por eso cambia de forma, es un reflejo de ti– Decía Kurt con rapidez y yo apreté más la daga a su cuello– Aún puedes... Puedes... Arreglar...

Miré hacia abajo, a la daga de Loki, mi rostro se reflejaba en la hoja negra, al rededor de mis ojos estaba esa oscuridad pintando mi piel, con grietas negras recorriendo mis pómulos y frente, con los ojos rojos y brillantes. Era yo, la yo de siempre pero... No me sentía igual. Era cierto. Y las grietas de la cuchilla se unían con las de mi rostro.

–Ya... Ya... Olivia... Olivia ¿Cómo me llamo? ¿Como se llaman tus amigos? No puedes olvidarlo, por ellos sigues aquí– Decir Morgan y yo negué apretando con fuerza el cuchillo– Vamos, dime mi nombre, mi apellido.
–Zalejska... Dun... Stilinski... Sprayberry... Odinson...– Susurré con la mandíbula apretada pensando en ellos– McCall.. Martin... Delevingne... Minho... Raeken... Hewitt... Ravencroft, Scodelario... Argent... Hale...– Dejé caer el arma y caminé hacia atrás a la esquina, recargándome en la pared y sentándome con las rodillas abrazadas– Yukimura... Tyrson... Bragison... Saterlee... Sangster... Thorne... Fischer... Lahey... Parrish... Zalejska, Dun, Stilinski, Sprayberry, Odinson, MacCall...

Respiré hondo, solté lento.

–Lo siento... Lo siento... Tienes razón, no soy yo– Susurré poniendo mis manos en mis oídos.

Morgan se arrodilló frente a mí y me dió un beso en la frente. En mi mente solo estaban las palabras de Kurt. Yo... No sabía quién era yo...

–Estarás bien– Dijo Morgan y negué lento.

Ví la ventana y me levanté.

–Ni siquiera lo pienses– Dijo Morgan viéndome fijamente.

Luego corrí a la ventana y salté.

–¡Olivia!– Escuché que gritó Morgan desde atrás.

No regresé, no quería hacerlo.

Morgan

Junto a mí, Marc apareció su traje pero lo sujeté de la muñeca al ver su intención de seguirla.

–Déjala sola un rato– Dije volteando con el doctor– ¿Qué más tienes? ¿Qué podemos hacer para arreglarlo?
–No lo sé, mientras ella siga así, la espada no va a cambiar y eso no me preocupa, me preocupa que ella puede hacerse mucho daño y también a otros– Contestó Kurt y todos suspiramos con cansancio– Bueno... ¿Los invito a desayunar?
–Por favor– Dije levantando la cara hacia él con rapidez– No traigo nada de dinero.

Marc no se veía muy contento pero tampoco dijo nada. Así que Kurt buscó en su teléfono algo de comida a domicilio.

Más tarde...

Olivia

Veía caer la noche desde la punta de la pirámide de Kefrén a las afueras del Cairo. Todo lo que veía era arena y el cielo que iba de un tono amarillento a colores rojizos, rosas naranjas y luego azules hacia arriba. Todo lo que dijo el doctor Hany era verdad y yo no sabía cómo hacer para cambiar a como era antes, pero más importante era que no quería cambiar. Me habían arrebatado a mis amigos, a mi familia y más importante, a mi hermano. Yo ya no quería paz, quería que el mundo ardiera en llamas porque si yo no podía tener lo que quería, nadie más podría. Aunque otra parte de mí estaba dispuesta a ser buena persona... La parte que seguía unida a los pocos amigos que tenía... A Dylan. Él una vez me dijo: “No te preocupes por mí, solo quiero arreglarte, tal vez un día me arregle a mí mismo” Dejó todo por ayudarme y yo lo abandoné.

–Mírame... Sentada en la cima de una de las maravillas del mundo... Y aún pienso en ti– Susurré viendo al cielo, había millones de estrellas en una noche profunda que comenzaba a aparecer.

Una que otra lágrima escurrió por mis mejillas y luego tragué el nudo que tenía en mi garganta. No era justo para Dylan haberse dejado a él mismo de lado para ayudar a alguien que no quería hacer nada por sí misma. No podía hacerle eso. Debía mejorar, si no por mí, por él. Pero dolía mucho.

–Voy a estar bien... Y regresaré contigo cuando sepa quién soy, no puedo darte algo que está roto, no puedo entregarte solo un trozo dañado de mí– Dije al viento aún recordando su rostro– No puedo arrastrarte conmigo hasta el fondo.

Y solo me quedé viendo el cielo oscuro, con estrellas que me recordaban a sus lunares. Por alguna razón me dieron ganas de seguir viviendo.

Morgan

Habíamos cenado de todo lo que encontramos y después de descansar un rato nos dimos cuenta de que ya era tarde y Olivia ya debería de haber regresado. Marc y Kurt estaban algo inquietos, el primero más que el otro.

–¿En donde puede estar? El Cairo es un lugar peligroso– Decía Marc dando vueltas de un lado a otro.
–Es Olivia, va a estar bien– Dije pensando en dónde podría estar, obvio en el hotel no, no regresaría a pensar a ese lugar, ella era muy caprichosa y dramática– ¿Hay algún lugar alto y muy aesthetic por aquí? Tal vez un lugar underground, o tétrico pero reconocido o... Que tenga un significado especial o tal vez un castillo enorme con una azotea alta.
–No por aquí, solo...– Decía Kurt pensando y luego levantó una ceja– Las pirámides están a unos quince kilómetros de aquí, pero está lejos no creo que...
–Obvio ahí está– Dije apretando el botón de mi collar del que salió mi traje– ¿Tienes auto? Porque nos vamos ahora.

Kurt asintió sacando torpemente unas llaves, por alguna razón eso me recordó al idiota de Stiles.

I'MM- LADY HEART OF THUNDER (Mini Libro)Where stories live. Discover now