»EL ALMA, CONTENEDOR DEL CUERPO«

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Mes 18...

Olivia

Después de ese día me sentía mejor, más calmada y de buen humor.

Pasó una semana del entrenamiento, mi pierna sanó por completo y al fin me quitarían el estúpido yeso. Así que ahora estaba con Druig en la enfermería. Aunque había sanado rápido, no era lo mismo, antes un hueso roto se curaba en minutos. Podían golpearme, romperme los huesos y yo me levantaba y seguía peleando, además la mordida de cocodrilo había tardado bastante.

–¿En qué piensas, bella Olivia?– Preguntó Druig y sacudí la cabeza.
–Creí que lo sabrías– Dije con media sonrisa y una ceja levantada.
–Prometí no volver a leer tu mente, quedó claro que me harías algo muy malo si lo hacía– Contestó recargado en la pared.

Yo tenía la pierna arriba de la camilla mientras el doctor cortaba el yeso y la enfermé sostenía unas cosas.

–No lo sé, pienso en... Que aún estoy sanando muy lento, no lo entiendo, se supone que es algo psicosomático, la mente agobiada no permite que el cuerpo sane, pero yo estoy mejor– Expliqué confundida, él pensaba– Antes de Thanos yo no necesitaba ir a la enfermería.
–Estás bien en la parte consiente, pero hay cosas en tu inconsciente que aún no se curan, por ejemplo... Tus amigos, tu familia, aún te duele que los perdiste y eso no vas a superarlo de un día a otro, extrañas a tus amigos que aún están vivos– Decía Druig y parecía tener razón, me recordaba a cuando Scott no sanaba porque creía que Dereck había muerto.

Mi pierna quedó libre, parecía como que no había pasado nada, solo había unos hilos atravesando la piel pero ya no había nada que pudieran unir. Así que me los sacaron también.

–Está listo, puede irse, pero debe tomar leche, ayuda a los huesos– Dijo el doctor y me bajé de la camilla.
–Gracias– Le dije amablemente y él sonrió y asintió, luego ví a la enfermera– Y también a ti.

Druig me sonrió con diversión y rodé los ojos.

–Mi lady– Dijo él y puso su brazo para que lo tomara, cosa que hice.

Ambos salimos de la enfermería,

–¿Aún te duele? ¿Sientes molestias?– Me preguntó respecto a mi pierna, yo negué– Bien, porque tendrás otro entrenamiento esta noche, contra Akatzin y Akbal.

Mis ojos se abrieron de golpe y lo miré asustado, él estaba serio hasta que empezó a reírse y yo fruncí el seño.

–Uy que gracioso– Dije con sarcasmo y lo solté– Ahora tendré que golpearte.

Se echó a correr y yo lo perseguí riéndome, no iba a golpearlo, pero era divertido perseguirlo como si sí. Además sentir viento en mi cara y el cuerpo con energía, y al fin poder correr y caminar sin ayuda... Era maravilloso.

–¡Ven para acá! ¡Druig!– Grité cuando dió vuelta en la esquina de una casa.

Corrí más rápido y dí la vuelta donde mismo pero choqué con él, que se había quedado escondido ahí. Me golpeé la cara con su pecho y él no se movió mucho. Solo se reía.

–No vas a pelear hoy, pero tú padre y hermanos tienen planeado algo– Explicó Druig dejando de reír y ahora caminando.
–¿Qué? ¿Y qué tienen preparado?– Pregunté alcanzándolo.
–No voy a decirte, pero tienes que cambiarte– Contestó señalando la cabaña en la que me estaba quedando.

Más tarde...

Hubiera preferido tener que ir a limpiar la cocina en vez de esto. Me habían roto la pierna recientemente y no tenía ganas de repetirlo. Ahora estaba en un claro en el bosque, vestida solo con un short y una playera larga. Mi padre y hermanos estaban ahí, también Morgan y Druig.

I'MM- LADY HEART OF THUNDER (Mini Libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora