Capítulo 34

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El choque de los tenedores contra los platos era todo lo que se oía en el comedor, Felix aun estaba muy callado y evitaba mi mirada, comíamos salmón con arroz a pedido de él, pero para mi sorpresa no estaba comiendo mucho a pesar que dijo que tenía hambre.

- Amor ¿seguro que estás bien? No has probado casi nada - me preocupé al ver que solo removió la comida hacia todos lados

El negó y llevó sus manos hacia su rostro, me asusté cuando su pecho se movió en un sollozo qué le cortó la respiración, preocupado me levanté y lo abracé con fuerza atrayendolo hacia mi pecho, el se opuso un poco pero al final se dejó envolver por mis brazos.

-¿Que esta mal cariño? ¿No te gustó el salmón? Si quieres puedo prepararte algo - ofrecí levantando su cabeza y llevándome sus lágrimas conmigo, el negó y hizo un puchero aún sin verme

- No- sus ojos se volvieron a llenar de lágrimas y me sentí impotente - Es solo... Es solo que... Hay algo.. Algo que debo contarte - dijo removiendose en su silla

- Puedes decirme lo que sea amor- temí qué dijera que no quería estar más conmigo, pero aparté esos malos pensamientos de mi mente

- Estoyembarazado -

Me quedé en shock, temí no haberle entendido bien porque habló muy rápido y tragándome mi impresión, pregunté.

- ¿Qué? ¿Escuché bien Lix? -

El asintió y sus ojos se volvieron rojos nuevamente, tomé su rostro y aparté las lágrimas.

- Sí, yo... Yo estoy embarazado Bin, tengo nueve semanas de gestación -

Bajó su mirada y lo sentí tan indefenso, yo me quedé totalmente sorprendido ¿cómo? Y recordé que no usamos protección en nuestras últimas dos veces, negué riendo y lo atraje a un abrazo aún si seguía asombrado, el se aferró a mi y sollozó en mi pecho, besé su cabeza sonriendo cuando al fin me cayó la realización de lo que dijo.

- Eso... Woah Lix, gracias -dije sinceramente

Lo abracé con fuerzas y el sollozó aun más fuerte, lo sostuve y limpié su mar de lágrimas, besé su rostro con anhelo y el hipó en mi pecho, le susurré palabras de aliento y cuando el salió de sus estupor le sonreí dejando un besito en su nariz rosa.

- Creí que te ibas a enojar - dijo quedito

Lo miré extrañado y negué besando su pancita qué aún no era visible, solo una pequeña hinchazon que no era perceptible si no estabas frente a ella.

- ¿Bromeas? Acabas de hacerme el hombre más feliz del universo -

El sonrió y me abrazó una vez más, lo sostuve y besé nuevamente, llevando mis manos a su vientre, aún no podía creer que seríamos padres, la noticia me tenía exaltado.

- Te quiero Bin-

- Yo te amo, Felix -

Fui sincero y el pareció asombrado, en verdad lo amaba, lo descubrí hace poco, cuando ambos hablamos por video llamada mientras el se duchaba en su bañera dejándome ver solo su pecho, el resto de su cuerpo metido en una tina llena de burbujas. Cuando vi sus ojos iluminados y la manera tan adorable en que me contaba sobre su película favorita, me di cuenta que lo amo y que ya no podía ver un lugar sin él a mi lado.

- Ahora que ya sé de este precioso - me referí a su pancita y la besé antes de dejar un beso en su nariz - vamos a comer, tienes que alimentarte-

Felix negó de inmediato y su rostro se contrajo en un mueca de asco, lo miré extrañado esperando una respuesta.

- Es que no quiero eso - se quejó

- Pero dijiste que querías comer esto, bebé - reí mientras el se enfadaba

- Pero ya no, el bebé quiere comer pollo -

Fue su única respuesta antes de partir a la sala porque no soportaba el olor a salmón, reí y me dispuse a ordenar una orden de pollo frito, su favorito. Cuando ambos cenamos y ya en la noche estabamos envueltos entre sábanas, observé a Felix dormir y sentí que mi corazón se saldría de mi pecho, el no tenía idea de lo que acaba de hacer en mí, sonriendo lo abracé con cuidado de no aplastar a nuestra bolita, la razón de nuestra felicidad desde ahora, ahí en el silencio de la noche prometí cuidarlos a ambos, porque eran lo que más amaba en el mundo; lo más importante para mí . Porque así fue que Lee Felix me hizo el hombre más feliz del universo.

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