Capítulo 17

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Los días pasaron tan rápido, que cuando menos me di cuenta, Felix ya se estaba marchando, los últimos días juntos los habíamos pasado muy bien, no lo dejé solo ni un momento y lo acompañé a cada lugar que se le ocurriera, lo abracé por las noches y lo contemplé por las mañanas.

El iba un poco desanimado camino al aeropuerto, me dijo que no quería irse pero que tenía que ir a arreglar unos asuntos a su trabajo, también que estaba un poco confundido con Seungmin ya que no había querido hablar al respecto sobre su reacción con mi hermano, Jisung tampoco me quiso decir nada, pero yo tampoco le puse demasiada atención, estar con Felix era mi prioridad.

Los días nos habían vuelto cercanos, pasamos nuestras noches hablando de tanto y nada a la vez, me contó sus sueños, el como quería tener un gran renombre en el mundo de la moda, tener su propia marca y no trabajar para una, pero que su padre anhelaba que el lo cubriera en Holius Group y eso era algo que él no tenía pensado hacer.

Me fascinó escucharlo hablar tan ilusionando del como el soñaba con tener un familia, darle el amor y el cariño a un niño sin las cosas raras que había vivido en su infancia, pues para él había sido difícil ver a su padre con dos esposas.

Escuché cada detalle de lo que él tenía para contarme, le hablé también de mis ambiciones, de como quería poder retirarme, pero que sabía que jamás ocurrirá. El peso del imperio de mi padre estaba sobre mis hombros y aveces yo no sabía cómo actuar, el me dio consuelo y me dijo que siempre iba a estar para mi si necesitaba apoyo o solo hablar. Esa noche, cuando la luna alumbraba sus ojos grises, supe qué estaba perdido, perdido en Lee Felix y su magnífica forma de ser, no sabía si estaba enamorado, pero tenía seguro que algo en mí lo quería a mi lado.

— Está parece mi marcha fúnebre y no el regreso a mi casa — comentó sin ánimo, su maleta chirriaba al rodar

Reí, porque solo a él se le ocurrían esa clase de pensamientos, solo yo iba a dejarlo, no quiso decirle a sus padres, dijo que después les mandaría un mensaje avisando que ya llegó, escuché que fue porque el matrimonio tenía problemas nuevamente.

— Si te sirve de algo, yo tendré la misma apariencia cuando vaya a casa —

Felix me miró, sus ojos grises parecían asombrados pero sonreía, yo amaba su sonrisa y la manera en que lograba iluminar sus pecas, una perfecta lluvia de estrellas fugaces se formaban en su rostro y yo estaba tentado a contar cada una de ellas.

— Puedes ir a visitarme ¿lo sabes? —

— Oh, claro que iré a visitarte, no te librarás de mi tan fácilmente Lee Felix—

El rió y me dio un golpe suave en el hombro, negó suavemente y su cabello lacio se balanceo a cada lado.

— Me vas a hacer falta, me encariñé contigo, grandote —

Se detuvo y quedó frente a mi, ahora parecía vulnerable y yo odiaba verlo así, lo atraje a un abrazo después de detener la maleta qué yo traía, el se escondió en mi pecho, me gustaba la sensación de sentirlo tan pequeño junto a mi, me invitaba a protegerlo siempre, ser su fiel compañero y nunca dejarlo.

— Solo estaré a una llamada, Lix, llámame y tomaré el primer vuelo —

Me miró, sus ojos parecían esperanzados, me gustaban lo cristalinos qué podían ser, eran tan grises claros que casi parecían blancos, además dejaba ver todas sus emociones y adoraba eso, me gustaba saber lo que estaba pensando.

—¿Lo prometes? —

Negué y el pareció decepcionado, quiso apartarse pero mi agarre no lo dejó hacerlo, me evitó la mirada y sonreí porque se veía tan adorable.

— Yo no hago promesas, esas se rompen fácilmente, Felix, yo te juro que estaré y para que sepas, yo jamás eh roto un juramento —

Sonrió y me abrazó con más fuerza, luego lo dejé ir, a pesar que sentía que una parte de mi estaba volando rumbo a Milán, Lee Felix había venido a poner mi mundo de cabeza y no sabía porque me gustaba tanto eso, quizás él estaba haciendo un buen trabajo en hacerme olvidar el pasado y vaya que lo estaba logrando.

(..........)

Al regresar a mi departamento encontré a Jisung con su tablet en la sala, dos vasos de café vacíos sobre la mesita de centro, estaba concentrado en lo que sea que estaba viendo que ni siquiera escuchó cuando entré, me acerqué a él, este era el momento de interrogarlo sobre su rara reacción con Seungmin, porque mi hermano era reacio a la gente, Sí, pero no al punto de actuar tan extraño.

— Hola—

Mi voz lo hizo saltar de un susto, sus ojos azul cielo me miraron con asombro, no se esperaba mi llegada y es que yo no le había avisado que Felix partiría hoy.

— Bin, no sabía que regresarías temprano — bajó su tablet apagandola en el proceso

— Sí, es que fui a dejar a Felix al aeropuerto, no iré a la empresa hoy —

El asintió, su cabello castaño se veía más claro con la luz del sol que se colaba por la ventana detrás de él, pero igualmente dejaba ver sus ojeras pronunciadas.

— Y supongo que tienes algo que decir porque estás sentado ahí viéndome tan espeluznante —

Asentí a su comentario, el sonrió rodando los ojos, ambos éramos tan predecibles el uno con el otro, después de todo una vida juntos era suficiente para conocernos a la perfección, aunque en la actualidad supiera tan poco de Jisung.

— Es sobre Seungmin ¿que pasó con él? —

— ¿Que va a pasar con el amigo de tu novio? —

— No lo sé Ji, ¿tal vez tengo dudas después de ver como actúan entre sí? —

El rodó los ojos nuevamente y se dejó caer por completo contra el respaldar del sofá, guardó silencio y lo dejé callar, aveces era mejor no presionar a Jisung, cuando él no quería hablar de algo solía ser muy explosivo o deprimente, nunca se estaba seguro.

— Me acosté con él —

Lo dijo tan bajo que si lo hubiera tenido enfrente no lo hubiera escuchado, hablar sobre la sexualidad de mi hermano de veintiun años no era mi tema favorito, pero Jisung era muy transparente en estas cosas.

—¿Y el problema es? —

— Que lo hice cuando fui novio de Jina, le fui infiel con Seungmin y le mentí a Seungmin sobre que tenia pareja, yo estaba enamorado de él y  aún así fui yo quien rompió su corazón — me miró, el dolor en sus ojos me dejaba ver que el había perdido todo en ese juego — Me encontró en una cena romántica con Jina, no lo había visto desde entonces —

Me acerqué a él y lo abracé, el se aferró a mí, estaba mal lo que Jisung había hecho, pero no podía juzgarlo por eso, su relación con Jina había sacado lo peor de él, se habían conocido desde que tenían seis años y  habían sido novios desde los quince hasta los diecinueve, ambos envueltos en una relación tóxica qué había traído problemas a largo plazo, Jisung solo había sido una víctima pero a la vez había sido el villano, nada estaba prescrito, siempre había dos lados de una historia.

— Sácalo, Ji, no lo contengas — el se soltó en llanto de inmediato

— Yo.... Lo amaba Bin—

Su sollozo me partió el corazón, asentí besando su cabellera, entendía el sentimiento de Jisung, aveces aunque amaramos algo no era para nosotros.

— ¿Acabo tan mal? —

— Fue por eso que Jina hizo aquello —

El silencio que le siguió a eso fue roto por el llanto más intenso de Jisung, yo odiaba a Jina y si no fuera mujer y no estuviera pagando su condena, la abría acabado con mis propias manos, contuve a mi hermano en mis brazos y lo sostuve como lo había hecho tiempo atrás, en aquella tarde cálida, mi hermano volvió a ser el mismo de la vez de ese incidente, yo me sentí tan mal por él, como lo había estado tiempo atrás y quizás ahora Jisung podría levantarse mejor que hace años o quizás esta vez ni siquiera podría hacerlo.

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