Capítulo 27

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Desperté por el zumbido de mi celular, miré la pantalla con los ojos entrecerrados, el nombre de Changbin se leía en la pantalla y gruñí molesto mientras le contestaba.

- Hola bebé - su voz era animada y yo quería tenerlo cerca para meter su cabeza en el inodoro

- ¿Hay una jodida razón coherente para que me llames a las tres de la mañana, Changbin? -

Mi tono de voz sonó ronco, usualmente mi voz era más profunda al despertar, el rió y el sonido de su risa me causó más molestia, gruñí soltando un improperio en italiano.

- Lo siento bebé, aun se me olvida que hay siete horas de diferencia, es que estaba feliz de contarte esto - el suspiró y su tono fue débil, me golpeé la cabeza contra la almohada, sabiendo que Changbin se estaba sintiendo ignorado y rechazado

- Mira- suspiré tomando el puente mi nariz - Amor, me dormí a la una de la mañana, llevo dos horas de descanso nada más y juro que te quiero un montón, pero me acabas de interrumpir mi sueño, llamame cuando aquí sean las diez de la mañana ¿sí? Prometo escucharte el tiempo que quieras -

- Está bien, Lixie, perdón por despertarte, te llamo entonces, descansa mucho, ¡besos! -

Reí por su entusiasmo y escuché otra ronda de besos tronados antes de que colgara, apreté mi teléfono en mi pecho y sonreí volviendo a quedarme dormido, Seo Changbin era demasiado para mi y su torbellino de felicidad me sacaba de mi nube densa.

(.......)

Al despertar nuevamente, sentí que mi espalda me estaba matando y un dolor sordo en el cuello me tenía mareado, me levanté con cuidado y fui hacia el baño, cepillaba mis dientes cuando mi teléfono sonó nuevamente en una video llamada entrante; lo tomé y la sonrisa de Changbin fue lo primero que vi a través de la pantalla, coloqué el celular sobre el lavabo mientras aún cepillaba mis dientes, lo saludé con la mano y el rió.

- ¿Apenas despiertas? Si ya son las once ahí, bebé -

Escupí, y enjuague mi boca antes de contestar, no tenía idea de que hora era, solo sabía que quería desaparecer por los próximos quince años, tenía mi cuerpo dehescho en absoluto.

- Me siento como la mierda - gruñí tomando el celular y volviendo a la cama

- ¿Noche difícil? - sus ojos zafiro me evaluaron con atención

Asentí despacio y cerré los ojos, los últimos días habían sido un infierno en mi trabajo, cuando al fin había terminado los diseños que Ian aprobó ; después de diez días donde pasé cociendo y armando todo con suma precisión; el maldito me dijo que no era lo que buscaba y tenia que empezar nuevamente, lo que me retrasa a un total de veinte días más sin poder ir a Corea.

- Días horribles, en general - respondí

Changbin asintió y recordé que el tenía algo para contarme, me senté colocando mi cabeza contra el respaldar, Bin se veía guapísimo envuelto en un traje gris que acentuaba el azul de sus ojos, el ventanal de su oficina a su espalda lo hacían ver tan imponente.

- ¿Que era lo que te tenia tan emocionado? - el lo pensó y no contestó de inmediato - Puedes decirme, Bin-

- Está bien, es que no quería que sintieras qué no me preocupo por ti y que esto me llevaba toda mi atención - negué y el sonrió viéndome con esa intensidad que calaba mis huesos - Mamá y papá regresaron de su viaje en África y ya saben de lo nuestro, pero se enteraron por una revista, en fin, mamá al principio se molestó conmigo, pero después se alegró mucho y ahora está emocionada por conocerte, organizó una cena para nosotros para dentro de dos semanas, pero tu no estarás aquí ¿cierto? -

Hice una mueca, el lo captó enseguida y vi la desilusión cruzar su cara, pero el fue rápido y la cambió con una sonrisa comprensiva, lo pensé y quizás si ellos quisieran viajar yo podría ofrecer la cena en mi departamento.

- Me retrasé otros veinte días - Changbin abrió sus ojos con sorpresa y un puchero adornó su atractivo rostro

- Esos serían casi dos meses sin verte - el negó aún con su puchero - Me niego -

- Lo sé, creeme que casi degollo a Ian anoche por eso - suspiré y le sonreí para alentarlo - Pero ustedes pueden venir, Bin, la cena la podemos hacer en mi casa -

El lo pensó y pronto sus ojos zafiro ya brillaban con emoción, sonreí porque parecía un niño emocionado.

- ¡Claro! Es estupendo, amor, le diré a mis padres y nos veremos ahí, estoy ansioso porque los conozcas -

- No puedo esperar -

Dije, pero por dentro sentí la ansiedad comiéndome rápidamente, sería la primera ves que vería a los padres de Changbin, escuché como hablaba un rato más y traté que su voz me distrajera de mi torbellino ansioso, conocería a los padres de mi novio y estaba asustado como la mierda.

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