Capítulo 29

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Felix cerró la puerta despacio y me miró sonriente antes de tirarse sobre mi y hacernos caer en la cama entre un beso apasionado, eran las diez de la noche y mi familia apenas lo dejaba ir después de haber estado hablando y comiendo botanas toda la tarde.

Sonreí entre el beso y lo apreté más en mi pecho, el soltó un risita y se acomodó de manera que quedó a horcajadas sobre mi, nos separó del beso y lo miré embobado mientras tomaba su cintura diminuta.

- Estoy muy cansado - hizo un puchero que besé - Pero tu familia es un amor, hasta siento que le caigo menos mal a Jisung - contó emocionado

- Ya te dije que no le caes mal amor, solo es apartado -

Felix asintió y su cabello negro se vino hacia su frente, lo acomodé de nuevo tras su oreja y aprecie su rostro, el era tan atractivo y aún así siempre me sorprendía de encontrar nuevas cosas en él de las que no me había percatado.

- Que me dice usted señor Lewis ¿estás cansado? -

Parpadeó coqueto y reí mientras el pasaba sus dedos sobre mi pecho, mordí mi labio inferior en una sonrisa porque me causaba gracia la coquetería de Lix.

- No lo estoy, no para ti -

- Bueno, me alegra escuchar eso, porque te necesito, quítate la ropa - demandó mientras se levantaba

Me quedé pasmado un momento y reaccioné rápido para quitarme mi ropa, Felix se había perdido dentro de su closet y la intriga me causó ansiedad ¿que haría? ¿Me bailaría? ¿Se pondría lencería? ¿Saldría en babydoll o simplemente desnudo?.

Mis pensamientos fueron callados cuando el salió del closet con una gran sonrisa y un maletin en sus manos, me extrañé más porque aún seguía con su pijama y no parecía que fuéramos a tener sexo.

- ¿Pero que?- el rió y sus ojos grises brillaron con malicia

- ¿Pensaste mal Lewis? Que escándalo, sabes que no tendrás esto hasta la boda - dijo copiando mis palabras de la otra vez, reí y quise tomar mi camisa pero el lo impidió

- No amor, quiero que tengas una ropa qué hice especialmente basada en ti, quizás por eso Ian no la quiso en la colección, pero juro que solo te miraba a ti cuando lo hice y quería que fuera especial para ambos -

- Oh, bebé, a ver, muéstrame - el sonrió emocionado y me acercó el maletin negro, aprovechó nuestra cercanía y puso su mano sobre mi pectoral, lo miré con los ojos entrecerrados y sonrió culpable

-No los dejes a la vista si no quieres que toque -

Se encogió de hombros y tomó asiento en el sofá de felpa blanco que tenía en su habitación, abrí el maletin con lentitud y al ver dentro me impresionó el detalle del acabado que Lix le había echo al saco. Era de color azul zafiro y supe por que dijo que lo había echo pensando en mi, lo levanté y me encantó aún más, las mangas tenían transparencias pero era de manera delicada siento muy sutil, de tela satinada en el pecho y de encaje en las mangas y espalda, la cual estaba transparente por completo, los botones eran de color gris y se notaba que los habían cocido a mano, el acabado era de plata, me fascinó y se lo hice saber al dejarle un beso casto, el sonrió y me apresuró a sacar el pantalón.

- Esta hermoso, amor, eres un diseñador estupendo - dije al ver el resto del traje

El pantalón era de tiro alto y holgado solo de las rodillas hacia abajo, del mismo color del saco, tenía dos botones en los costados donde estaban los seguros para el cinto y donde se abrochaba, lo que me fascinó fueron las letras bordadas a un lado de la bolsa delantera, LF estaban bordadas a mano en cursiva. Me agaché dejando la ropa en la cama y me puse de rodillas entre sus piernas, Felix me miró expectante desde arriba, tomé su pantorrilla y la besé por encima de la ropa, sus ojos grises curiosos en mi.

- ¿Te gustó? - duda y miedo en su voz

Asentí tomando su pantorrilla y acariciandola de arriba hacia abajo, levanté su pantalón de seda y dejé dos besos antes de ir a su boca y besarlo con lentitud.

- Me fascinó, gracias amor, creo que debemos lucirlo - el asintió besándome de nuevo - Iremos a una cita y le enseñaré al mundo tu diseño exclusivo para mi - junté nuestras narices y el sonrió dejándome un beso casto

- Está bien, pero soy libre hasta las siete -

Gruñí en desacuerdo y Felix hizo un puchero, sus ojos se veían tristes, ambos queríamos estar juntos lo máximo posible pero el tenía un jefe del infierno.

- Te voy a ir a ver a tu trabajo, no puedo estar sin besarte, eres mi oxígeno -

No lo dejé responder y volví a besarlo, Felix sonrió entre el beso y aproveché a adentrar mi lengua, iniciamos una batalla por el dominio, yo la gané y Felix se dejó hacer a mi merced, el aire hizo falta y ambos nos separamos y nos miramos a los ojos con las pupilas dilatadas, ambos sabíamos que esta pasión pronto iba a ser desencadenada, pero por mientras lo llevaríamos lento para adorarnos aun más de lo que ya lo hacíamos, porque los dos amábamos hacer el amor y no que solo fuera sexo.

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