Capítulo 13

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Frío, oscuridad, llanto y un grito desgarrador, todo junto y devuelta, el pasado me estaba atando en una pesadilla que no sabía como salir de ella, hace tanto tiempo que no tenía una pesadilla de lo que paso ese día, pero era normal para mí, cada vez que se venía el aniversario de esa fecha mi cuerpo rememoraba esto de una manera tormentosa.

Bajé a la cocina del departamento de Changbin y esta noche más que nunca me sentía un intruso en la vida de una persona que no tendría porque estar soportando mi presencia, estaba frío y no era de extrañar, el otoño estaba llegando y el clima frío solo me recordaba las noches que pase en esa habitación, solo, herido y con el corazón rotó, saqué agua del refri y la bebí de un trago, el líquido helado pasando por mi garganta, no se asemejaba al frío que calaba en mis huesos.

Me quedé parado en el ventanal de la cocina, pensando en todo y nada a la vez, ¿como pude ser tan ingenuo? Si yo volviera a estar en ese puesto, jamás hubiera vuelto a permitir que todo esto hubiera sucedido, pero el hubiera no existe y aunque me encantaría regresar el tiempo y olvidar esa noche, jamás podría hacerlo y la factura de esos días eran mis noches de terror al recordar esos días.

Sentí algo caliente encima de mis pies y fue ahí donde recordé que estaba descalzo, al voltear abajo me extrañó que fuera sangre, pero pronto me di cuenta de donde venía al ver mi mano ensangrentada y el vaso quebrado en mis palmas.

-¿Felix? -

-¡Lix, no te muevas! -

La voz de Changbin se escuchó lejana, o al menos para mi lo fue, sentí un peso sobre mis hombros y pronto tenía sus orbes zafiros mirándome con preocupación, me dejé guiar por el cuál muñeco de trapo, Changbin me sacó los vidrios de la mano y me la vendó sutilmente, no sabía lo que Changbin pensaba de mi en este momento, pero cuando vi que se durmió a mi lado, supe que en realidad si me miraba tan desmoronado como sentía.

(........)

Al día siguiente, el lado derecho de mi cama no amaneció frío como cada mañana, Changbin dormía pacíficamente, sus largas pestañas castañas le hacían sombra bajo sus ojos, sus mejillas pálidas estaban de un leve tono rosa debido al frío de la habitación, su cabello negro caía desprolijo por la almohada, sus labios rosas estaban entre abiertos y respiraba profundamente; esta era una vista que me permití apreciar un rato, aunque no tuviera derecho de hacerlo, me sentía agradecido con Changbin, por no dejarme solo en mi estado más deplorable.

Pero como cada vez que me pasaba esto, tomé mi mejor máscara y me levanté de la cama ignorando el dolor en mi mano, tomé una larga ducha y me vestí lo mejor posible, haría así, ignoraría las preguntas de Changbin y mejor saldría a pasear con Seungmin, no quería quedarme en una habitación y sentir que las paredes me tragan nuevamente.

- Buenos días - la ronca voz de Changbin me sacó un brinco cuando estaba poniendo bálsamo en mis labios

- Buenos días Cristhian - le sonreí lo mejor que podía y el me miró expectante, como si en cualquier momento volviera a ser el de anoche

- Luces muy lindo ¿vas a salir? - preguntó al ver que yo no tenía intenciones de hablar sobre lo de anoche

- Gracias - sonreí y el me copió- Voy a ir con Seungmin a una cafetería o por ahí -

El asintió, se enderezó en la cama y me estudio a detalle, sus ojos zafiro estaban haciendo estragos en mi, me sentí nervioso bajo su mirada y el lo notó, más no paró solo asintió un poco y se pasó la mano por el cabello.

- Me envías tu ubicación después, iré a recogerte - era una orden no una sugerencia

- No te preocupes, iré en el auto de Min y el me vendrá a dejar, ya falta poco para que vuelva a Europa y queremos pasar unos días juntos -

El negó y me extrañó la seriedad que presentaba, jamás había visto a Changbin tan serio, el se levantó esta vez de la cama y tomando mi cara en sus manos dijo.

- Me mandarás tu ubicación, iré a recogerte y me vas a contar lo que pasó anoche, no es una pregunta ni recomendación, así lo haremos -

Asentí, porque me sentí frágil bajo su tacto, pero no de la manera en que el fuera a romperme, me sentí tan bien que dejé mis escudos caer, con el estaba seguro y no había nada que yo pudiera hacer para no dejarme envolver en su seguridad, asentí una vez más y me permití abrazarlo, el me lo devolvió y sentí como si todo estuviera bien, o eso parecía serlo, el no tenía idea de lo que su abrazo me estaba haciendo y no se si estaba listo para que el lo supiera, por mientras lo mantendría solo para mi, en secreto contemplaría la manera en que el me sana, porque así fue que Seo Changbin curó mis heridas.

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