Capítulo 93: El camino hacia la redención nunca es fácil.

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-Espera: ¡¿tienen poderes?! -Zane logró superar el shock inicial tras una breve risita de incredulidad (del tipo: ¡mira, más sorpresas!) y me miró con una mezcla de desconcierto y asombro-. ¿Las cuatro? -asentí-. ¿Cómo son? -quiso saber, curioso y fascinado-. ¿Tienen telequinesis, o quizá pueden volar? O, espera, ¿cómo son sirenas, con su canto hipnotizan a las personas, o algo como eso?

-Cerca, pero no -corregí-. Nuestros poderes están relacionados con el agua -le dije, y me encogí de hombros (tal vez Emma me mataría por confesarlo y, repito: ellos saben lo que somos) no era un gran problema admitirlo; o al menos, a estas alturas no era el mayor de los problemas-. Cleo es capaz de controlar el agua, Emma puede congelarla, Rikki puede hacerla hervir y yo la convierto en pegamento, entre otras cosas -y, oh cielos, no voy a entrar en detalles porque si no estaríamos aquí todo el día-. Lo que quiero decir es... somos poderosas. -quizás estaba exagerando un poco al decir eso, ya que no es como si pudiéramos controlar nuestros poderes al cien por ciento (al menos, yo no era capaz y cada día aprendía cada cosa nueva, por ejemplo: torturar a un hombre con mis poderes en apariencia insignificantes) pero no iba a demostrar debilidad. No frente a aliados muy recientes.

~.~.~

Por eso cuando, días atrás, le confesé toda la verdad a Denman, también recordé la jugada que hice.

«-Oh.»

Cuando ella fue testigo de lo que era capaz de hacerle a un vaso con agua, había lucido impresionada pero luego no tanto. Fue una sorpresa alta en sus inicios y débil en su final.

«-¿Decepcionada? -Me encogí de hombros, desinteresada-. Bueno, lo siento su majestad -esbocé una sonrisa amplia y falsa-. Pero se quedó con Kayla: la chica que puede convertir el agua en pegamento, solo eso. ¡Lamento profundamente no ser capaz de cumplir con sus expectativas! -me llevé una mano al pecho, en un falso y exagerado gesto de dolor.»

Denman solo se encogió de hombros.

«-Oh, tranquila, Kayla, me has dado más que suficiente.»

No pude evitar fulminarla con la mirada cuando me dedicó esa estúpida y falsa sonrisa condescendiente.

«-Las otras se quedaron con la mejor parte. -me quejé tras bufar y, para mi sorpresa no fue un acto. Fue genuino. Era lo que en realidad sentía. Siempre consideré a mi poder como el peor de los cuatro, porque lo era pero nunca había pensado en ello a profundidad... hasta ahora, que tenía esta larga y tensa «conversación» si así se le podía llamar, con Denman.»

Denman esbozó una sonrisa escéptica.

«-¿Mejor que el tuyo? -inquirió, con una quizá demasiado sutil y molesta chispa de sarcasmo.»

«-Soy la única con un poder inútil. -admití, con una pequeña mueca de decepción y volví a encogerme de hombros.»

Cuando ella se inclinó un poco hacia adelante y me miró, con un brillo de curiosidad en sus ojos azules, supe que había captado el interés de la mujer .

«-¿A qué te refieres? Por favor, explícate.»
Y entonces lo recordé. ¡Ella nunca había visto los poderes de las demás en acción! Yo podría... ¡podría mentirle! Sí, pero no es solo eso: infundir miedo, para que en caso de que ella mienta y quisiera ir detrás de las chicas de todos modos, tuviese demasiado miedo de acercarse a ellas.

Y con eso en la cabeza (y porque estaba desesperada), como último recurso, por supuesto:

«-Emma es capaz de congelar una habitación entera si así lo desea, Cleo puede comunicarse con cualquier criatura marina desde peces pequeños a pirañas, grandes tiburones y ballenas, llamarlos para que la ayuden y Rikki, oh de hecho es muy divertido: es capaz de freír a una persona, de adentro hacia afuera.»

H2O, sirenas del mar; La Otra SirenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora