Capítulo 57: Diferentes.

425 60 31
                                    

Capítulo 57: Diferentes.

Cuando los ojos del color del mar de Nic y los míos se encontraron, fui incapaz de apartar la mirada. Por un segundo, olvidé lo que había pasado con anterioridad... porque estaba genuinamente sorprendida de verlo justo frente a mí. Casi no parecía real. Era la última persona que deseaba ver hoy, siendo sincera. No estaba preparada para verlo al menos no, tan pronto y era cierto; no lo estaba. Pero lo primero que sentí apenas lo vi; aparte de sorpresa, fue una alegría y un anhelo difícil de controlar. Lo extrañaba. El haber estado separada de él ese par de días lo sentí como meses. Aparte, no tenemos mucho tiempo para hablar en el trabajo y apenas nos veíamos en la escuela. Mi corazón comenzó a retumbar en mi pecho como un tambor y tuve que contener el impulso de ir hacia él.

Pero no lo hice, y en su lugar lo observé con mi mejor cara seria, intentando ocultar que en realidad no sabía realmente qué decir, cómo me había temido si llegaba a encontrármelo de casualidad, como ahora.

"¿Hola, qué tal?" No, no, muy casual. "¿Qué haces aquí?" Rayos no, demasiado intrusivo para alguien que odia que los demás pregunten por qué no me gusta acercarme al agua. "Te ves muy guapo" ¡No! O sea, es muy cierto, sí que lo es, pero... no es el momento. "¿Ese señor tan grosero que me atacó es tú abuelo?" Ok, eso sería grosero, aunque era la verdad.

- ¿Estás bien?, ¿te estaba molestando? -el tono de su voz y sus ojos oceánicos mirándome, preocupados, me hicieron salir del trance en el que me encontraba para mirarlo, desentendida.

- ¿Qué? Oh -acaricié la zona de mi brazo que había tocado, con cierto recelo-. Me sorprendió -por supuesto; un desconocido pasó de reclamarme por chocar por accidente a confundirme con alguien más y se aferró a mi brazo como si la vida se le fuera en ello. Nunca antes me había pasado y no supe cómo reaccionar. De ser otra la situación, estaría realmente enfadada pues esto coronaría el pésimo día que estaba resultando ser. Pero da la casualidad que era el abuelo del chico que me gusta ¡maravilloso! Y sumado a todo lo que pasó, el encuentro entre Nic y yo, que ya se veía venir incómodo fue de alguna manera, más incómodo. Menos mal que estaba aquí. No quería ni pensar qué pensaría de mí si yo comenzaba una discusión con su abuelo. Así que preferí mantenerme serena ante la situación o aparentar, estarlo-. Estoy bien, solo me sorprendió. -dije, restándole importancia.

Nic y yo necesitábamos hablar. Más que nunca. Aunque, tenía bien claro que este no era el momento más idóneo; no a mitad de un concurrido pasillo, no cuando el seminario estaba sucediendo y no quería perdérmelo y definitivamente no con su abuelo aquí, observándome.

Por otro lado ¡Así que él también frecuentaba estos lugares! Vaya, Nic no parecía del tipo que asistiera a seminarios de inversión; bueno, eso me recuerda que no lo conozco tanto como me gustaría. De hecho, acabo de descubrir que ese señor un poco extraño era su abuelo. Nic me habló de sus padres, de sus hermanos. Pero jamás me habló de sus abuelos.

Bueno, tampoco pregunté. Y no es como que a estas alturas yo pudiera reprocharle por aquello. Si ni siquiera le hablo abiertamente de mí misma... por obvias razones.

Me sentí observada y me fue imposible no notar que el abuelo de Nic en ningún momento había apartado sus ojos color café de encima de mí.

- ¿Conoces a esta jovencita?

-Sí claro, ella es mi... -Nic hizo una pausa y me miró, dudoso de qué responder.

Lo miré también, con las cejas en alto y los ojos más abiertos debido a la expectativa. Buena pregunta.

Digo, la última vez que nos vimos no había sido en los mejores términos y aunque técnicamente no habíamos terminado, algo si se había fracturado entre nosotros (la confianza), dejándome en un limbo con respecto a nuestra situación actual. En definitiva, necesitábamos hablar.

H2O, sirenas del mar; La Otra SirenaМесто, где живут истории. Откройте их для себя