Capítulo 55: Conocida desconocida.

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Capítulo 55: Conocida desconocida.

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- ¡Buenos días! -saludé, mientras atravesaba la entrada a la casa de los Sertori, una vez la señora Sertori nos abrió la puerta.

-Hola, chicas.

El papá de Cleo, que estaba más que acostumbrado a vernos siempre por aquí, alzó la vista y nos miró por unos segundos, para luego tomar asiento en el sofá a leer su periódico.

Escuché pasos provenientes de la escalera y justo entonces, la hermanita de Cleo, Kim, pasó por mi lado como una ráfaga de viento.

- ¡HAZME UN FAVOR! -Gritó Cleo desde las escaleras-. ¡NO VUELVAS A HABLARME NUNCA!

Cleo caminaba detrás de ella con una mirada que era un tanto aterradora. No pude evitar notar que el papá de ambas se había escabullido de la escena como un ninja.

- ¡BIEN! -dijo Kim, con una voz demasiado chillona-. ¡NO LO HARÉ!

-Hey. -saludé ñ y justo entonces Cleo que parecía a punto de abalanzarse sobre su hermana volteó sorprendida y nos miró con los ojos abiertos como platos, como si hasta ese momento se hubiera percatado de nuestra presencia.

- ¡Hola, chicas! -dijo, mientras se colgaba la mochila al hombro y esbozaba una sonrisa forzada... pues era obvio que estaba enojada -. Estaré lista en un minuto -pero si ya estaba vestida para salir y tenía su mochila al hombro-. Antes tengo que hacer una cosa.

¿Y qué era lo que tenía que hacer? Imagino que tenía que ver con el hecho de que un chorro de agua, proveniente del fregadero, saliera disparado directo al rostro de la menor de los Sertori.

- ¡El agua del fregadero! -Chilló Kim, mientras las gotas de agua se deslizaban por todo su rostro y mojaban su ropa-. ¡Me saltó a la cara! -nos miró boquiabierta.
Entonces Cleo volteó y nos miró con una amplia sonrisa vengativa en sus labios.

-Bien. Ya estoy lista. -dicho esto, pasó por nuestro lado con rapidez y avanzó hacia la puerta.

Cleo caminaba a toda prisa como si quisiera llegar a la escuela muy puntual. Pero yo sabía la verdad; no quería escuchar el sermón que seguramente Emma le daría. Y por supuesto que Emma no lo soportó y sermoneó a la morena sobre que no debía usar sus poderes de esa forma porque era peligroso e irresponsable.

-No debiste hacerlo. ¿Qué tal si ella descubre algo? -dijo Emma y sonaba molesta.

-Pero no lo hizo. -dijo Cleo y se encogió de hombros.

-De cualquier manera, no debiste hacerlo. Lo prometimos, ¿recuerdas?

Emma se refería al acuerdo al que habíamos llegado luego de lo que pasó con Miriam... donde casi muere congelada.

-Lo sé, pero...

-Prometimos no usar los poderes a menos que fuera necesario. -recordó Rikki.

-En verdad era necesario -dijo Cleo, haciendo énfasis mientras componía una mueca de disgusto-. Ya conoces a mi hermana -se excusó y Rikki y Emma la miraron con las cejas enarcadas. Yo solo asentí, pues simpatizaba con su situación-. No saben lo que es -soltó, con amargura-. No tienen hermanas menores.

-Te entiendo. Mi hermanito a veces es muy molesto. -miré a Emma con incredulidad. Elliott era un sol. Toda su familia era un sol. ¿Qué era lo peor que podía hacer su hermanito? ¿Ser demasiado adorable que te provocaba vomitar arcoíris?

- ¿Ustedes pelean? -cuestioné, abriendo los ojos en falsa sorpresa.

-No con tanta frecuencia pero, sí.

H2O, sirenas del mar; La Otra SirenaWhere stories live. Discover now