Capítulo 25

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Diana y Nika aprovecharon su tiempo poniéndose al día a la vez que ambas funcionaban en respaldo a la situación actual de sus maridos.

Tras varias negativas por parte del servicio de seguridad, bajo una feroz negociación de la mano de Diana lograron obtener acceso a una de las radios principales. Con las cuales su tranquilidad les erizaron la piel al oír las voces de sus maridos dictando indicaciones.

Estaban a salvo...

De momento.

Las mujeres solo tenían conocimiento que el par se encontraba desplazando en direcciones opuestas, pero estaban bien hasta que el informe de que Valentino y Alexey tuvieron un muy cercano encuentro paralizó a la castaña.

Nunca había estado tan agradecida de no estar sola hasta que los brazos de la pelirroja la sujetaron. Nika era una buena amiga, a pesar del paso de los años la rusa se encontraba cumpliendo su promesa.

—Ya, ya, ya... Tranquila. — murmuró la rusa.

—Si no fuese por él y Phillip mi vida no se habría arruinado.

—Pero si no fuera por eso no habrías conocido a Valentino y tampoco habrías salido de ese infierno.

—Supongo que en eso tienes razón... Bien pase esto daré por terminado todo y me alejaré de él para siempre.

—¡Bobadas! — se opuso Nika.

—Nadie puede impedírmelo.

—En eso estás en lo cierto, pero ¿Quién es su sano juicio abandonaría al hombre que fue al infierno mismo a buscarte?

Diana quedó en absoluto silencio.

—Sin mencionar que es un odioso muy guapo e italiano... — destacó.

La castaña se sonrojó hasta volver a colocar una cara de poker.

—Eso no importa cuando la relación no funciona.

—Lo que mis ojos vieron cuando ingresaba era algo muy lejano a la disfunción marital de la que hablas. Además mírate, estás vistiendo su ropa, el desastre que hay en la habitación refleja una lucha placentera cuerpo a cuerpo y no más otra cosa. Sin mencionar que tu preocupación por él ahora mismo también evidencia el gran amor que le tienes.

Nika tenía razón.

Después de haber descargado su dolor con Valentino, ahora cargaba con el peso del miedo. La rusa la abrazó nuevamente brindando un reconfortante consuelo.

Debía admitir Diana tenía miedo, muchísimo miedo a perderlo...

—Si le pasa algo... Voy a morirme yo también. — susurró Diana.

—De la misma manera que yo lo haré si le pasa algo a Dima.

La tristeza contagió el ambiente cargando de lágrimas los ojos de las mujeres.

Ambas amaban a sus hombres, aún así si ponían en peligro sus propias vidas a todo momento.

 ¿Por qué ningún manual las advertía? Era un amor dificil más no imposible...

27 HORAS DESPUÉS

—¡¿Cómo mierda es que tienen a Consta?! — vociferó Bruno en la oficina encontrándose con la seriedad de Valentino.

—Lo atraparon en Kabukichō el barrio rojo de Japón, es lo que se sabe. — dijo Andrea.

—Me huele a entrega. — intervino Valentino con los brazos cruzados al pecho.

𝐕𝐞𝐧𝐝𝐞𝐭𝐭𝐚 𝐃𝐞 𝐋𝐮𝐜𝐚 (+𝟐𝟏) Libro II Where stories live. Discover now