—¿La cocina? — susurró Diana aguantando la risa.
—¿Vas a negar que no piensas en mi cuando haces panes? — cuestionó Valentino con una ceja enarcada.
—¿Haciendo masas?
—Seguro imaginas que te doy masa.
Diana rompió en carcajadas que Valentino intentó opacar colocando su mano sobre sus labios.
—Ya, no te burles. En realidad, tengo hambre, pero de alguna manera me incómoda estar en lugar tan grande solo. — comentó Valentino colocando ingredientes con total naturalidad.
Diana le envió una suave sonrisa a la vez que comenzaban a ponerse manos a la obra.
—Pues conmigo... Ya no estarás solo.
La mañana pasó entre bromas y charlas filosóficas.
—Así que... Ahora tenemos que esperar. — comentó la castaña comprobando una vez más la temperatura del horno.
—Si, y en una hora estará listo. — agregó Valentino dejando viajar sus manos por la cintura de Diana mientras observaban directamente al interior del artefacto.
Atrajo el cuerpo más pequeño dejando sentir su incipiente calor, especialmente alojado en la parte delantera de sus pantalones.
Valentino comenzó un suave sendero de besos por el cuello y hombro de la castaña, logrando robar suspiros de sus labios.
—Aquí no podemos, Valentino. — susurró.
—¿En dónde está escrita la regla que no puedo amar a mi mujer? — cuestionó el De Luca girando el cuerpo de la castaña mientras la aprisionaba junto a la isla.
Sin nada para agregar u objetar Valentino elevó el cuerpo de Diana haciendo envolver los muslos en sus caderas direccionándose a la mesada donde la colocó con firmeza.
Sus grandes manos se perdieron dentro de aquella femenina falda donde el contacto directo fue hacia su punto dulce.
Gemidos comenzaron a oírse en la cocina que eran silenciados por los labios de Valentino.
Diana quedó sobre la mesada con la falda del vestido enrollado en su cintura a la vez que Valentino se aventuraba en su regazo con la clara intención de despojarla de su ropa interior.
Y así lo hizo...
Le abrió las piernas colocándolas con rapidez en sus hombros sumergiendo su rostro en su intimidad llenando de atención.
La castaña apoyó la espalda en la mesada mientras la arqueaba por la intensidad del placer intentando silenciar sus gemidos con su mano.
De un momento a otro la intensidad aumento un nivel más obligando a Valentino a regresar a su boca.
—Saboréate en mi... — susurró suavemente él sobre sus labios.
El beso marcaba un incontenible y explícito ritmo pasional, la mezcla de labios bordeaba lo violento mientras las manos de Valentino comenzaban a trabajar ferozmente en el prendido de su pantalón.
Sin esperar más la castaña se sumó abriendo los botones de la camisa al punto donde pudo sumergir sus manos acariciando el torso y su marcada espalda.
Se bajó los pantalones y el bóxer hasta quedar con su dura longitud fuera de sus limitaciones.
Sin esperar ordenes acomodó ambos muslos en sus caderas entrando en Diana.
Un prolongado gemido compartido le dio la bienvenida a la nueva placentera sensación. Lo hacían con frecuencia, pero lejos de aburrirse eran una droga adictiva a la que ambos siempre recurrían.
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𝐕𝐞𝐧𝐝𝐞𝐭𝐭𝐚 𝐃𝐞 𝐋𝐮𝐜𝐚 (+𝟐𝟏) Libro II
言情#Segundo Libro de Bilogía De Luca. -_-_-_-_-_-_-_- -¡POR EL AMOR DE DIOS HOMBRE!! ¡TEN PIEDAD DE MI! ¡TE LO IMPLORO! - exclamó Phillip con el más crudo de sus miedos viajando por sus venas, lo habían encontrado. -¿Por el...
