Capítulo 7

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—¡¿Cómo mierda es que no saben en dónde está?! No pueden haberse ido a otra parte... Reducimos toda Italia a una sola ciudad y no la pueden encontrar. ¡Mierda! ¡Voy a matarlos a todos ustedes por ineptos! — exclamó furioso Phillip caminando de un lado a otro en la oficina.

El tiempo pasaba y las posibilidades se reducían a cero con cada minuto que corría.

Los nervios y la ansiedad lo habían orillado a comenzar a morderse las uñas para concluir con todo, había realizado la transferencia al italiano, pero del mismo hasta el momento no había recibido ni una señal de humo. Podría ser que ya estaba montado en el avión directo a Londres o... No, no podía ser cierto.

Iba a tratar de calmarse, de todas maneras, uno de sus guardias iba a esperar su llegada para reubicarlo en un lugar seguro hasta que esta parte del trato sea cumplida.

—¿Señor? — susurró con temor el muchacho llamando su atención.

—Habla.

—Tengo reveladas las imágenes enviadas del señor Sasha Smirnov. — agregó el joven extendiendo las fotos impresas de sus manos.

—Listo, gracias. Puedes retirarte. — finalizó dicha conversación Phillip prácticamente empujando al muchachito.

No podía ser cierto.

El sudor frío comenzó a deslizarse por su frente como también lo hacían las lágrimas que desprendían sus ojos, se le nublo la misma por efecto de la tristeza y la rabia comenzaba a subir brindándole un nuevo calor corporal a su piel.

El italiano le había mentido, no se trataba de asuntos de negocios si no que del casamiento de Sara con nada más y nada menos que con el mafioso más temido por su crueldad... Valentino De Luca.

—Vas a pagar muy caro hijo de puta por robarme a mi mujer... Voy a matarte de la manera más cruel posible y Sara... Va a sufrir la consecuencia de sus actos viéndote morir. — dijo mirando una foto en la que Sara se dejaba abrazar por Valentino en una especie de balcón pequeño.

Los odiaba a ambos, odiaba la forma en la que ambos se complementaban físicamente, incluso odiaba esas miradas cargadas de sentimientos mutuos.

No podía ser verdad, nada de eso era real.

Phillip con más furia de la anterior mencionada se incorporó de nuevo a la habitación en la que se encontraba su equipo haciendo un trabajo logístico e informático sobre el paradero de Valentino y Sara.

 —No señor, aun no encontramos rastros de nada.

—Llamen a Sasha... ¡Maldita sea! — exclamó presa de la furia.

Las agujas del reloj corrían de la forma que Phillip planeaba hacer correr cabezas si no la encontraban a tiempo.

—Amplié un margen de búsqueda y me pude comunicar con Sasha, está haciendo un rastrillaje en zonas cercanas. — dijo el informático.

—¿Están seguros de que es esa zona? — cuestionó Phillip observando atentamente el mapa que figuraba en la pantalla.

—Si, no hay dudas. Los demás vehículos llegaron a diversos destinos, pero ese par de camionetas desaparecieron como por arte de magia... No desaparecerían si no ocultaran nada.

—Estas en lo cierto muchacho. — agregó Phillip palmeando el hombro del joven.

El hombre nuevamente se sumergió en su miseria personal caminado de un lado a otro de la habitación con el rostro totalmente neutro.

—¿Saben algo del informante? — interrogó a su personal a través de la línea telefónica.

—Sabemos con certeza que a la hora pactada salió del hotel, pero nunca llegó al aeropuerto.

𝐕𝐞𝐧𝐝𝐞𝐭𝐭𝐚 𝐃𝐞 𝐋𝐮𝐜𝐚 (+𝟐𝟏) Libro IIWhere stories live. Discover now