Capítulo 12 🔞

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El sol ingresaba por el ventanal regalando un brillo especial a aquella piel, Diana aún seguía durmiendo con la acompasada respiración suave relajada.

Valentino la observaba con una increíble adoración. La amaba y estaba listo para asumirlo.

Sus brazos cubrieron el cuerpo más pequeño atrayéndolo al suyo, el calor atravesaba la tela de la ropa de cama aumentando las temperaturas de su sangre y luego la besó... Primero suavemente hasta recibir una respuesta posteriormente más acalorada.  

Una suave risa adormilada le dio finalmente la bienvenida.

—Buenos días, bebé. — susurró Valentino.

Sin querer recibir respuestas impactó nuevamente sus labios en los de Diana, el amor flotaba en el aire junto a la pasión.

Lanzó de un tirón la sábana que los recubría a un lado teniendo contacto directo piel con piel.

Valentino recubrió de besos cada porción de aquel cuerpo expuesta incluso donde creía que sus labios no iban a llegar, descendiendo hasta llegar al lugar entre sus muslos.

—No he hecho mucho y ya estás mojada por mi. — susurró Valentino regresando a su boca. —Mojada por esto... — agregó friccionando sus cuerpos.

—¿Quién como Valentino De Luca que duerme con una espada escondida? — bromeó.

Entre suaves risas quitó su bóxer ambos quedando absolutamente desnudos.

Abrió sus piernas lentamente para sumergirse en ella liberando un gemido compartido.

La calidez envolvió su longitud haciéndolo sentir en el mismo cielo, de la misma manera que su hombría llegaba a lugares que proporcionaban un increíble placer en Diana.

Estaban haciéndose uno.

El silencio que antes reinaba era opacado por los fuertes gemidos de placer.

—Más... Más duro, por favor...

Con una fanfarrona sonrisa Valentino invirtió las posiciones Diana quedando sobre de sí.   

—Sírvete tú misma, bebé.

El sonrojo en las regordetas mejillas femeninas eran más que evidente.

Las manos de Valentino dejaron su cintura para ser perfectamente colocados detrás de su cabeza con una ceja enarcada como una especie de espectador.

—¿Vas a quedarte quieta ahora que lo dejo a tu cargo? — susurró.

—Valentino De Luca... Vas a tragarte cada una de tus palabras. — afirmó elevando sus caderas e inclinándose a sus labios teniendo de apoyo sus manos posicionadas en aquel firme abdomen.

El movimiento de caderas de Diana con cada minuto que pasaba eran un exquisito martirio, los gemidos y sonidos de pieles ambientaban el momento, el sudor en sus frentes evidenciaban el fuego de su pasión.

Valentino liberó sus manos de su antigua posición, aprisionando las caderas que lo tenían salivando en aquel vaivén hasta que el innegable orgasmo se hizo presente.

Las respiraciones agitadas eran lo único que se oía, la castaña quedó recostada sobre Valentino abrazando su sudado cuerpo escuchando el agradable sonido de sus latidos.

—Lo siento, te he ensuciado...

—Es... Una suciedad agradable, puede decirse. — bromeó entre risas Valentino. —Es una bendición tenerte junto a mi...

Diana sonrió subiendo su cabeza para encontrarse con su mirada.

La mirada que más amaba...

Y un nuevo recuerdo lo golpeó.  

𝐕𝐞𝐧𝐝𝐞𝐭𝐭𝐚 𝐃𝐞 𝐋𝐮𝐜𝐚 (+𝟐𝟏) Libro IIDove le storie prendono vita. Scoprilo ora