Capítulo 18

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Phillip había planeado cambiar de ubicación por seguridad con el certero conocimiento que tarde o temprano iba a ser descubierto por Valentino.

Y no estaba equivocado.

Leonid había dado estrictas indicaciones a Maxim para el traslado de la castaña que había quedado en su cargo, puesto que el soldado se encontraba implicado en otra operación dirigida por Alexey.

El plan consistía en trasladar a Diana a la ciudad de Moscú atravesando por la región de Vladimir, ciudad de Múrom. El viaje duraba 4 horas y media en coche, por una ruta desolada cubierta de un frondoso paisaje de tupidos árboles que obstaculizaban la señal telefónica.

Si bien el plan al no ser de público conocimiento sonaba más que sencillo, por otro lado, el traslado de Diana se iba a realizar en solitario facilitando absolutamente todo el proceso... Solo Maxim y Diana.

Valentino estaba ansioso por dar su primer golpe.

—Voy a colocarle zapatos. — advirtió Maxim al momento que trasladaba a la castaña al vehículo, totalmente privada de sus sentidos.

—No, déjale la ropa que trae puesta y que vaya descalza.

Maxim presionó su mandíbula.

—Lo que usted diga, señor.

—Tampoco se los lleves. — agregó Phillip al ver a Maxim intentando guardar un par de zapatos de la castaña.

Y eso no fue todo...

—Tengo una mejor idea, tú y tú — ordenó señalando a dos soldados cercanos. —Irán en otro vehículo detrás de él.

Los dos encargados solamente asintieron a la espera de la orden de partida.

Contrariado obedeció al pedido, lo que menos necesitaba era problemas con su superior solo...

Hasta que Valentino actúe.

Diana en completa obediencia no se resistió a ser ubicada en el maletero. Aunque algunos objetos se le clavaran en la espalda, de todas maneras, sabía que iba a ser un viaje tediosamente largo.

Con el tiempo que sobraba de trayecto, la castaña decidió poner en tela de juicio aquella señal... ¿Y si era una trampa? Era una posibilidad, Phillip era de jugar sucio y actuar en consecuencia bajo su complejo de Dios... Ese era su estilo.

Pero... Podría ser real puesto que dicha señal solo lo sabían muy pocos.

Y otra vez su mente se dividió al recordar a todo su personal siendo transportado a quién sabe dónde con el simple objetivo de sacar información. De ser real la ayuda, debería agradecer eternamente al señor Alessandro, Bruno, Stefano, Andrea y Khalid incluso a todo aquel interviniente.

***

El italoruso informó con éxito el momento del inicio de la operación, en la que menos de una hora iba a ser interceptado por la gente del italiano.

Aunque no todo era tan fácil.

—El auto tiene un GPS lo que no es sorpresa lo que si es problema es que cada 5 millas hay un vehículo de respaldo. No van a poder ingresar a la montaña por desgracia. — dijo Maxim a través de su otro teléfono de contacto cuidando la distancia con el vehículo a sus espaldas.

 —¡Mierda! — verbalizó Valentino a través de la otra línea. —¿Qué podemos hacer? Yo estoy de salida.

—Mi recomendación es atravesar el bosque a pie.

—Eso me llevará horas, aunque la cabaña en la que estamos es lo suficientemente cerca y escondida para pasar desapercibida.

—Lo sé. Se me ocurrió crear un escenario, un par viene escoltándome. Puedo liquidarlos y crear un accidente.

𝐕𝐞𝐧𝐝𝐞𝐭𝐭𝐚 𝐃𝐞 𝐋𝐮𝐜𝐚 (+𝟐𝟏) Libro IIWhere stories live. Discover now