Eso va a cambiar pronto. Y con «pronto» me refería a más tarde, en la escuela. Allí lo enfrentaría.

~.~.~

Y como soy alguien que cumple sus promesas…

—¡Hey! —Saludé más tarde, ese mismo día en la escuela, mientras caminaba directamente hacia Nic, apenas lo intercepté en el primer piso, tan pronto como salí de clases y me separé de las chicas.

Nic, quien justo sacaba unos libros de su casillero, miró a su costada y fijó sus ojos azules en mí con ligera sorpresa.

—Cuánto tiempo —hice una mueca, de repente era incómodo verlo a los ojos tras lo ocurrido la última vez—... Hola. —Dije, porque no se me ocurrió nada mejor y quise golpearme por ello.

Nic se limitó a cerrar la puerta de su casillero para luego volverse hacia mí, expectante.

—Es momento de que hablemos, ¿no te parece? —casi una semana ignorándome debía ser suficiente tiempo para que se enfriara.

—Ohm… debo ir a mi próxima clase y tú deberías hacer lo mismo. —Hice una mueca, cuando comprendí la referencia, pues fue una de las últimas cosas que le dije, antes de que él se marchase.

—No, espera —insistí. Mi intención original era retomar la conversación donde la habíamos dejado y explicarle todo sobre Julia y Karl. La verdadera historia, no la que Karl le había hecho creer. Pero no tardé en darme cuenta que este no era el momento idóneo; todos comenzaban a salir de clases por lo que los pasillos estaban cada vez más llenos de una oleada de personas que iban y venían. Simplemente no podía hablar de todo eso aquí y entonces, dije lo primero que se me ocurrió—. Tú... ¿vas a ir al baile? —Por todos los cielos, dije lo mismo que Emma le preguntó a Byron ¿qué rayos pasa conmigo?

Nic pestañeó un par de veces y lució desconcertado.

—¿Viniste a hablarme de un baile?

Lo cierto era que… al presenciar el fracaso épico de mi amiga al ni siquiera intentar un movimiento con el chico que le gustaba, me di cuenta que no quería pasar por lo mismo. Mi única opción, si quería arreglar las cosas, era confrontar a Nic, no solo por el bien de nuestra relación y mi secreto sino también por las chicas. El baile solo era una excusa.

Después de todo… teníamos una conversación pendiente y no podía postergarla por más tiempo. Ya no más.

Pero comencé a sentirme nerviosa, porque Nic actuaba tan distante conmigo que me dejaba sin tener idea qué decir. Y dije lo primero que se me ocurrió. Quiero decir, sí pretendía invitarlo al baile pero eso era secundario, ¡lo invitaría cuando las aguas se calmasen! La prioridad era el tema de Julia y Karl. ¡Soy una tonta! ¡Él me vuelve tonta!

—Es el baile escolar y es muy importante —metí la pata, no podía hacer más que seguir con esto—. Te estoy invitando.

—¿Hablas en serio? —Nic me miró, incrédulo—. ¿Sabes qué? Cuando vengas a mí, dispuesta a decirme la verdad, toda la verdad, te escucharé.

—¿Bromeas? —Bufé, sintiéndome ligeramente exasperada—. La última vez que lo intenté no quisiste escucharme —no pude evitar el reproche en mi voz, cuando recordé que se marchó, dejándome sola y sin darme la menor oportunidad de explicarme del todo—. Mira, no quiero discutir, solo —suspiré, intentando conservar la calma. Debía recordarme que esto no era culpa de Nic. Él solo era una víctima de Karl y sus mentiras—… hablar, ¿podemos hacer eso, por favor?

Nic suspiró y recostó la espalda contra la puerta de su casillero.

—Lamento haberte gritado… ese día —comentó de pronto—. No soy así, es solo que… no puedo solo creer en todo lo que me dices de él. Me alteré.

—Él es tú familia. Lo quieres, te preocupas por él —dije, como si no fuese lo bastante obvio y me encogí de hombros. He allí el problema—. Supongo que yo sentiría lo mismo si alguien hablara mal de mis amigos.

—No tiene a nadie más que a nosotros ¿sabes? Y como que tengo que cuidar de él —asentí, comprensiva. Bueno, en mi caso, aunque no sean parte de mi familia biológica, no hay nada que no haría por Emma, Cleo y Rikki, e incluso por Lewis. Papá es un caso aparte porque… creo que me odia. Hay casos como los Gilbert y hay casos como mi familia, que, sin contar a Zane, parece que nos odiamos todos—. Oh, lo siento, tú…

—No pasa nada —con un gesto, le resté importancia—. A veces uno conoce personas que se vuelven más importantes que la familia. Al menos, en mi experiencia.

Nic sonrió, solo un poco.

—¿Emma, Cleo y Rikki?

—Síp —no pude evitar sonreír, con genuinidad—. Mis mejores amigas.

—¿Ves porqué es imposible que crea en todo lo que me dices? Él está asustado, eso es real.

—Nic —suspiré, un tanto exasperada—. Escúchame —estiré mi mano y alcancé la suya. Para mi alivio, no me apartó—. Desde que te confesé mí secreto, he hecho todo lo posible por contarte todo. Admito que no he dicho toda la verdad pero tengo mis razones, pero lo que dije sobre Karl —hice una pausa, y lo miré a los ojos, muy seria. Tenía que ser cuidadosa con mi elección de palabras—… todo es cierto —miré alrededor y noté que algunos nos miraban—. Por favor: ven conmigo.

—Solo quiero saber una cosa —Nic tomó mi mano y me acercó a él, hasta que nuestros rostros estuvieron muy cerca—. ¿Emma, Cleo y Rikki son como tú? —negué, pero al estar tan cerca Nic me notó titubear—. He prestado atención y ellas no se acercan al agua... justo como tú.

—Es una alergia.

—¿De las tres? Por favor.

—No estamos hablando de ellas, estamos hablando de Karl —grazné—. ¿Qué fue lo que te dijo, uh? —Quise saber—. Comencemos por allí.

—La chica de la isla. —por un momento, lo miré sin entender.

—¿Qué?

—La pelirroja que intentó asesinarlo —abrí los ojos como platos. Karl le contó a Nic sobre Lucy, le contó sobre el ataque—. Lo sabías —acusó, analizando mi expresión—. Más secretos.

Eso significaba que… también le contó sobre Louise, Gracie y Julia. Oh, no. No, no.

—¿Qué te dijo exactamente?

—La verdad. —demonios.

—¿Le dijiste sobre mí? —tenía que preguntar, tenía que hacerlo—. Nic…

Nic se colgó el bolso al hombro y no saber lo que pasaba por su cabeza me hizo sentir helada.

No contaba con mucho tiempo, pues dentro de unos minutos debía volver a clases, tenía exámenes pero ahora mismo todo eso me daba igual. ¿Qué tanto de la historia de las antiguas sirenas Karl le contó a Nic? ¿Y sobre Lucy? De esta última parece haberle contado sobre el ataque, pero ¿qué hay de las demás?

—Cuando estés dispuesta —reiteró, con calma, haciendo énfasis—. Mientras tanto…

—No hemos terminado de hablar. —lo interrumpí, incrédula y un tanto molesta.

—Hablaremos —asintió—, pero no ahora— Antes de irse, Nic se volvió y me miró y por un momento me pareció ver culpa en su expresión, pero fue tan solo durante un segundo—. No. —por un momento lo miré confundida, sin entender a lo que se refería.

—¿No, qué? —inquirí, sin tener la menor idea de a lo que se refería. ¿No le contó a Karl sobre mí? ¿Era eso a lo que se refería?

—Alguien más me invitó al baile —¿cómo? — y… dije que sí. —un golpe habría dolido menos.

«No». —repetí, sin poder salir de mi estupefacción, mientras veía a Nic darme la espalda y caminar lejos de mí, sin mirar atrás.

«No».

~.~.~

Nos leemos pronto 🥺
G

racias por leer!! 😊

H2O, sirenas del mar; La Otra SirenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora