CAPÍTULO 9

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Cuando Chrystal me despierta ya es casi medio día. No voy a enfadarme con ella, pero la verdad es que es demasiado tarde para todo lo que hay que hacer, hoy en la noche son las entrevistas.

- Estoy en problemas - canturreo mientras corro a meterme a la ducha, me lavo el cabello con rapidez y dejo que la espuma haga su trabajo, salgo de la ducha y me siento frente al espejo del baño a desenredarme el cabello húmedo - estoy en muchos, muchos problemas...

- Buenos días, Azul.

- ¿Pero qué? - me envuelvo con la toalla justo a tiempo, antes de que Finnick entre al baño sin invitación - me colé a tu cuarto UNA vez, no puedes aprovechar eso por el resto de mi vida.

- Claro que puedo - dice con una sonrisa de oreja a oreja - pedí que te despertaran más tarde, debes estar fresca para hoy en la noche.

- ¿Qué hay de prepararme para la entrevista?

- Discutiremos el contenido en un momento, todos coincidimos en que ya estás lista en lo que conlleva a modales y encanto.

No puedo evitar sonreír con el halago, Finnick se da cuenta de lo que estoy haciendo así que toma el peine de mis manos y se da a la tarea de desenredar él mismo mi cabello. A pesar de que al inicio tengo mis dudas, lo hace con tanta delicadeza que me quedo absolutamente relajada, es un buen cambio de los violentos tirones que le da Saffreen cada vez que toma el cepillo.

- Desafortunadamente, tu buen amigo Kai no tiene idea de cómo manejarse en ese ambiente.

- Oh no.

- Si, tiene esta forma rara de caminar... es como si...

- Como tuviera 50 años y le doliera la rodilla.

- Exactamente, no pude decirlo mejor.

- Suerte con eso - digo con amargura después de recordar nuestra discusión.

- ¿Y qué ha pasado con él anoche? Si puede saberse - la pregunta me saca de mi estado de relajación.

- Solo un pequeño malentendido.

- Vaya - dice mientras deja un mechón de cabello sobre mis hombros y pasa a otra sección - ¿Ha tenido algo que ver con lo que pasó... en tu cama?

Mi corazón se acelera, no creí que lo fuera a mencionar nunca más.

- Algo, si - jugueteo con las horquillas que quedaron en mi tocador de la noche anterior - aunque después el tema migró a otras cosas.

- Oh, ya veo.

- Ah, y piensa que me estoy acostando contigo - digo con la mayor casualidad posible.

El recibe el comentario con una sonora carcajada.

- ¿Y qué le contestaste?

- Que sí, y que había estado increíble.

La sonrisa de Finnick se ensancha mientras aparta una nueva sección de cabello.

- Quisiera que realmente le hubieras dicho eso.

- Yo también - admito mientras me froto las sienes - la verdad es que peleamos, por lo de los patrocinadores.

Veo a través del espejo que asiente, como si entendiera la situación a la perfección.

- Cuando los Juegos en verdad se acercan, siempre hay un tributo que destaca más que el otro y el tributo restante... tiende a hacer ciertas locuras para ganar esa atención de regreso.

EL MENTOR | Finnick Odair  // ( COMPLETA) Onde histórias criam vida. Descubra agora