Capítulo 56: Te necesito mas que la morfina

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En tres días abrirían los ojos

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En tres días abrirían los ojos. Como Charlotte explicó, bajarían lentamente hasta la mesa púrpura. Quizás, algunos brujos las observarían, y claro que también, su adorado rey; Edland Polanski. Los aplausos volarían por el oculto lugar bajo la ciudad de Salem, y luego, llamarían a su ahora «resucitadora», Charlotte, para que asistiese a una misteriosa fiesta a la que probablemente no querría ir. Aún así, no le quedaría otra opción que asistir, en completo nerviosismo, sabiendo que se encontraría de nuevo, en persona, con Eleanor y Adhelaida Woods.

Después del partido, en la fraternidad, el ambiente se sentía un poco tenso. Ashley, Jenna, y Camila sabían lo que todos hablaban. La supuesta bruja convivía bajo su mismo techo. No obstante, Jenna no creía en ese tipo de cosas, Camila creía que Charlotte lucía como una buena persona, y Ashley... bueno, Ashley, sentada en la cama de su habitación decía unas palabras en voz baja, mientras era escuchada por Jenna:

—Todos dicen que es una bruja, y observe la fotografía, hacia una cosa horrible, con cuerpos muertos. Fue asqueroso, estoy suficientemente traumada como para poder dormir esta noche aquí. Quiero volver a Zeta, allá por lo menos no hay brujas reales.

—Ya, por favor Ashley, entiende lo que te voy a decir —dijo Jenna mirándola fijamente—: ¡Las brujas no existen! Solo en los cuentos de terror, o de hadas, yo que sé, pero en el mundo real, no existen. Y si existieran, créeme que la tal Charlotte, jamás sería una de ellas, más bien sería un ángel caído del cielo.

—¿Qué? —replicó Ashley frunciendo el ceño, en cuanto su querido teléfono era arrojado bruscamente sobre la cama—. Acaso, ¿estas diciendo que te gusta Charlotte?

—No me gusta, me encanta —admitió, cuando su mirada se perdió por un momento—. Sus ojos tienen un color que no lo logró descifrar, su piel, es como si fuera una perfecta porcelana, su cintura es tan pequeña, y en serio, parece algo así como una princesa de Disney. Juro que si ella también fuera lesbiana, la besaria, la acariciaría y...

—Contrólate Jenna, contrólate, lo más probable es que sea heterosexual, además, estoy segura de que no viste las fotografías, porque de ser así, no quisieras hacer nada con ella. Por Dios, ¿acaso eres satánica?

—Sí, las vi —afirmó Jenna, rodando los ojos—. Tal vez hacia un extraño ritual, no se para que coños, pero sea como sea, no deja de ser hermosa.

—Pues yo de ti no sería capaz de revolcarme con ella, para mí que si es una bruja, das asco Jenna —concluyó Ashley cubriéndose con la mantas, y poniéndose unos grandes audífonos en la cabeza.

—Tu eres la que da asco, ¿sabes qué? Voy a ir en este momento a su habitación, y le preguntaré que era lo que hacía ese día en la cabaña. Estoy segura que tiene alguna explicación —dijo Jenna, dándose cuenta de que Ashley ni siquiera se molestó en escucharla. Probablemente, la música ya repercutía en sus oídos a un volumen excepcional.

Sicretum (algo oculta Salem)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora