Prólogo

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Charlotte conoció a Bradley tres meses antes de los acontecimientos, el 15 de julio de 2017, en una fiesta de temática griega en el campus de la Universidad de Lothingham. Fue amor a primera vista, especialmente para Charlotte, en medio de vestidos blancos, cuerpos descubiertos, detalles dorados, aire veraniego, algo de alcohol y coronas de laurel.

Bradley Walker tenía veintidós años y poseía una belleza impresionante. Sus ojos eran verde aguamarina, su cabello castaño, sus cejas pobladas y su piel pálida. Su físico imponente evocaba al de Hércules, y su rostro, atractivo y bien proporcionado, completaba la imagen. Vestía un atuendo como los que usaban en la antigua Grecia.

La similitud era tan notable que la mejor amiga de Charlotte, Rebecca, no dudó en llamarlo Hércules después de una conversación de media hora sobre lo guapo que era. Rebecca, con su cabello azabache y lacio, y sus ojos celestes usualmente maquillados con tonos oscuros, era conocida como «la gótica» o «la chica de la goma de mascar».

—Oye, Hércules, mi amiga quiere conocerte —dijo Rebecca con tono coqueto.

Charlotte se sonrojó con facilidad. Bradley se volvió hacia ellas.

—¿Me hablas a mí? —preguntó con tono casual, mientras sostenía una bebida y observaba a Rebecca.

—Sí, a ti —confirmó Rebecca, examinándolo de pies a cabeza mientras enredaba un mechón de su cabello oscuro en el dedo índice.

El chico se acercó a ellas.

—¡Hola! —saludó.

A pesar de sus esfuerzos por disimularlo, fue evidente que Bradley quedó sorprendido por los encantos de Charlotte. Ella parecía una porcelana en movimiento, con su cabello largo, ondulado y platino, su rostro angelical, pálida y tan delgada como una pluma. También sintió atracción por el voluptuoso cuerpo de Rebecca y su actitud coqueta.

—Yo soy Bradley y él es mi amigo, Jordan —añadió.

Jordan, también de complexión fuerte y piel morena, saludó con la mano.

Rebecca no desvió la mirada.

—Déjenme adivinar: no son de la universidad, ¿me equivoco? —cuestionó con firmeza.

—No, venimos de Cambridge, pero tenemos varios amigos aquí en Lothingham —respondió Bradley, fijando su mirada en Charlotte, esperando que ella dijera algo.

—Bueno... he oído que ingresar a Cambridge es muy complicado —añadió Charlotte, sintiendo cómo sus mejillas se enrojecían.

—Sí, al principio pensé que no lo lograría; el examen estuvo bastante difícil. Nunca consideré la idea de que mis padres vieran una carta de rechazo —dijo Bradley.

Sicretum (algo oculta Salem)  Where stories live. Discover now