Un vistazo al pasado

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Mientras buscaba toparse con Gregory para hablar con él a ver si podía hacerlo recordar un poco por su cuenta, y aunque pudiera no funcionar y quedar como un tonto, lo intentaría. De todos modos no sería tiempo perdido, aprovecharía de devolverle aquella pertenecía que perdió hace tanto. Notó movimiento por parte de los humanos, que estaban preparando algo aparentemente, y cuando ya reunieron todo se juntaron en una habitación, los siguió y ahí estaban todos con guitarras, campanas e incienso; suponía que este era un segundo intento de ayudar que los chicos desbloquearan sus habilidades para preparar el contrahechizo. Parpadeó un par de veces pero se dignó a hablar, ya no quería posponer más esta charla.

–Perdón que los interrumpa, ¿Les molesta si me robo a Gregory unos minutos?. -

Preguntó con tranquilidad, le preocupó un poco las caras que tenían, pues como todos ellos eran sensibles a las energías debido a algún don o por entrenamiento el ambiente los estaba afectando como si fuera un virus esparcido por el aire. Stan tenía la misma cara de siempre, pero los que se veían más afectados eran los hermanos De Yadele.

A Greg le pareció un poco extraño que el ángel lo citará a él solo, pero no se negó y fue con el rápidamente.

Lo miró esperando lo que tenga que decirle. Viendo directamente a sus ojos, notando vagamente el ligero cambio.

– Tu ojo, ¿Qué le pasó? -

Un comentario tal vez casual para el objetivo de su llamada, pero quería hablar más cercano con el otro. Después de todo lo que sucedió, que fueron nada más tres días, le parecía gracioso el hecho de haber hablado con Christophe antes de que todo estallara.

La pregunta lo descolocó un poco mientras los direccionaba a un lugar más privado, se sobresalto mirando el rostro del rubio y por reflejo se tocó el contorno del ojo derecho.

Siempre se sintió protegido y vigilado, había asumido que eran sus padres o personas cercanas, pero siempre fué él. Eso creía, después se lo preguntaría bien, ahora solo esperaba la razón por la que lo llamó.

Miraba al otro con detenimiento, tenía la cara afeitada y se veía bien, muy guapo.

Sonreía instintivamente y disociaba admirando las facciones varoniles del ángel. Perdiéndose en la imagen de un hombre bello.

Volvió a la realidad de un golpe, cuando Christophe abre la boca para hablar.

–¿Esto? Es un trato, nada importante por ahora. -

Le restó importancia al asunto rápidamente buscando de no delatar el "plan suicida" de Kenny, pues no se sentía en derecho de irlo contando por allí y además ese no era el motivo de la conversación, necesitaba  expresarse ahora que podía, tenía incertidumbre sobre lo que pasaría mucho más con como iban las cosas últimamente.

–Te llamé porque necesitaba darte esto, a lo mejor y te ayuda a recordar tu vida pasada. -

De su bolsillo sacó el rosario de plata que le dio junto a la promesa de siempre cuidarlo y se lo ofreció para que lo agarrara, devolviendole aquel objeto que recuperó de su anterior cuerpo calcinado.

–El día que te lo di te dije que te iba a cuidar siempre, y lo voy a hacer. -

Sus ojos bicolores se posaron en el ajeno admirando su mirada, un pequeño suspiro salió de su ser, estar enamorado podía ser complicado a veces.

–El día que nos conocimos, en amabas vidas, fuimos a una cafetería y tomamos algo caliente, y lamentablemente las dos veces la noche culminó de forma poco agradable gracias a las sombras. -

Miró el rosario, podía jurar que ya había visto ese accesorio. Cayó encantado con el collar y lo tomó entre sus manos con ternura, sintió un cosquilleo electrizante y sigue escuchando la voz de Chris de fondo.

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