La cagada vino fuerte, traigan papel

31 5 0
                                    

☕ ━✥¡₮₩ɆɆ₭ ĐɆ Ɏ₳ĐɆⱠɆ!✥━ ☕

Estaba muy sumido en su pánico hasta que escuchó el comentario de su amigo, eso hizo que el café que casi se estaba terminando y estaba en su boca se le saliera por la nariz, provocando que se estresara por ensuciar su ropa y viera con enojo al pelinegro.

- ¿¡Qué mierda Craig!? ¡Consigue una puta casa propia en donde cagar!. -

Antes de que pudiera seguir gritando se lo llevaron del brazo casi a rastras, no quería dejar a su hermano solo y mucho menos volver a la estúpida nevada, era ridículo. Llegaron bastante rápido, debido al trote rápido de Craig, el dueño de la casa sacó de su bolsillo las llaves de la casa, pero temblaba tanto que no podría ni encerrarlas, por lo que se las dio a Craig.

- A-abre la puerta, tú, imbécil de estómago frágil. -

Craig abre la puerta algo apresurado, no quiere pasar ni un segundo de más fuera de la casa. En una rápida vuelta de llaves hace que se metan con el rubio por detrás a la casa y se hace el tonto buscando el baño, está con la guardia en alto, el olor se había disipado, pero la preocupación seguía latente.

Entra al baño y se sienta en el inodoro, centrando todos sus sentidos en el ambiente para conseguir alguna pista del origen de su preocupación.

¿Sombras?

Tweek refunfuñó por tener que dejar a su hermano en la cafetería solo con un posible demonio o acosador sexual, quizás debería llamarlo mientras esperaba que Craig terminara con... sus asuntos. Sacó el celular para marcarle, pero algo en la ventana llamó su atención, estaban todas cubiertas por nieve y en una estaba escrita su nombre, podría jurar que eso no estaba ahí cuando entró. Tragó grueso, empezando a temblar, ¿Una mala broma? ¿Un acosador? ¿Un asesino? ¿¡Un fantasma!? ¿¡Un demonio!?, mil cosas vinieron a su cabeza mientras agarraba las llaves de la casa y comía las uñas con la otra tratando de asegurar la puerta con dicha llave, aunque por los temblores no podía hacer nada.

Sale del baño cuando termina de inspeccionar el área, no había ningún demonio de alto rango amenazando, pero sí una cantidad irreal de sombras.

Al ver un poco más por las ventanas se dio cuenta de que la oscuridad de la noche en realidad eran sombras, que no podían entrar bien por la cantidad absurda de amuletos y protecciones que él se había tomado la molestia de colocar en momentos de crisis nerviosa gracias a su "don", esto lo hizo simplemente entrar en pánico, su cuerpo empezó a tiritar y se alteró de sobremanera.

- ¡Vamos a morir! ¡Nos van a arrastrar al infierno! ¡Profanaran nuestros cuerpos y devoraran nuestras almas! ¡A-ACK! -

-¡Tweek! Aléjate de las ventanas. -

Corre a las ventanas y las cierra para que nadie pueda ver de afuera para dentro ni de dentro para fuera, era más seguro no tener idea de lo que venía del exterior.

-Creo que hay algo afuera que nos quiere llamar, mejor hagamos oídos sordos, es lo mejor para pasar la noche. -

Agarra a Tweek del brazo y van juntos a la parte más resguardada de la casa, algún agujero donde no tenga ventanas que los puedan espiar.

El armario de escobas de debajo de la escalera.

Prende la pequeña luz y se sienta en el suelo, cerrando los ojos para monitorear de nuevo los alrededores de la casa, había unas cuantas sombras.

-¿Qué está pasando? -

Murmuraba desconcertado.

Una vez adentro, el joven mellizo empezó a jalar su cabello con pánico, algo que no hacía hace semanas porque se había logrado calmar, todo se estaba yendo a la mierda.

- ¡No sé! Oh dios, Dios, no te olvides de mí, ¡AH! -

Se arrancó un mechonsito de cabello mientras intentaba "rezar" o más bien rogar desesperadamente que alguien lo viniera a salvar.

Miraba la desesperación del rubio, gracias a quien sea que él estaba cuerdo en ese momento. Usa su sombrero para cubrir el cabello del rubio y lo abraza, mientras me habla con voz tranquila para consolarlo.

Cuando Tweek siente como Craig le pone el gorro para evitar que se siguiera jalando el cabello, se queda estático por unos segundos. Dejó de hacerlo, no sin antes quedar con un pequeño mechón en cada mano, los cuales soltó temblando al sentir el abrazo de su acompañante, era reconfortante, pero aún estaba con los nervios de punta, el dolor de haber perdido un poco de cabello solo le hizo comprender que esto no era una pesadilla.

-Tweek, el infierno no es tan aterrador. -

- ¿¡C-como lo sabes!? -

- Te aseguro que no irás ahí aun si el príncipe mismo aparece para arrastrarte. Cuando todo esto pase tenemos que irnos de este pueblo. -

Agarra el rostro del rubio, necesitaba hablar con los ángeles más cercanos, este suceso no era ni accidente ni casualidad.

-Mira Tweek, no te voy a mentir, estas cosas si son del infierno, lo sé porque yo soy un demonio. Pero no todo está perdido, haremos esto, tu hermano está en camino con un ángel acompañándolo y mañana iremos todos a conseguirte una bendición o lo que sea para que estés más seguro, para irnos de este pueblo. Tenemos que ir a South Park... ¿Ok? Después te voy a decir los detalles, pero hay... tenemos que romper las cadenas que te atan a. -

Estaba alterado al punto de creer que todas esas palabras eran nada más mentiras de consuelo, toda su vida había estado con un pie en el más allá, solo quería ser normal, pero cuando creyó que las cosas no podían ser peores, el pelinegro confesó ser un demonio y empezó a hablar de su hermano, ángeles y maldiciones, lo cual no era loco del todo, pero hizo que la presión se le fuera hasta el piso, quedando pálido.

- Q-que... ¿¡Que tú qué!? ¡ACK!. -

Ahora estaba nervioso, la gran maldición hereditaria era una tendencia en el infierno, el gran harem del príncipe era la joya protegida, ya que todas las almas involucradas eran las responsables del gran poder que tiene el infierno.

Si el príncipe obtiene a todas sus concubinas, el infierno iba a ser absoluto en la tierra, ocasionando una segunda guerra Santa y por consecuencia, unir los tres grandes mundos.

No puede ser que después de siglos esté sucediendo.

-Tweek... -

El nombrado salió disparado en dirección opuesta a su amigo era una total puta locura, él nunca tuvo intenciones malvadas, confiaba en Craig con su vida, era el único además de su hermano y sus padres con el que sentía una conexión así, sus ojos se llenaron de lágrimas nerviosas, estaba procesando todo lo que ahora sabía, pero a pesar de que su amistad más íntima era un demonio no iba a dejar de confiar en él por habérselo ocultado, intentó respirar profundo y relajarse, se llevó la mano al pecho arrugando su camisa, no podía estar al borde del infarto todo el tiempo.

- ¿De qué hablas? No entiendo nada. -

De pronto todo estuvo en silencio, o así fue hasta que la angelical voz de una chica que llamó adentro diciendo cosas sobre su hermano, el menor en respuesta pegó un pequeño brinco en su lugar acompañado de un chillido ahogado.


▌│█║▌║▌║║▌║▌║█│▌
🎬⊰ 𝙸 𝚜𝚎𝚎 𝚍𝚎𝚊𝚍 𝚙𝚎𝚘𝚙𝚕𝚎, 𝙰𝚌𝚔!.
▌│█║▌║▌║║▌║▌║█│▌

•|Paranormal Park|•Where stories live. Discover now