•|Paranormal Park|•

La voz del ángel tras la puerta

🕯️*♡∞:｡.｡ wєndσlчnn ｡.｡:∞♡*🕯️
      ≪━─━ tчє vírtuєs ━─━≫

Las sombras se habían vuelto a reagrupar, normalmente eran bichos cobardes, pero estos ejemplares parecían terriblemente resistentes y aferrados a acercarse a Gregory, hablarle, tocarlo. Esto se estaba saliendo de las manos, sabía perfectamente que estaban intentando "reclamar lo que era suyo", además se dio cuenta de que gracias a toda la energía santa que dejó salir su protegido se vio afectado, su magia se amplificó y eso lo había aturdido, en ese momento su prioridad era resguardarlo a él y a su familia, tenía que llevarlo a casa para evitar que esto llegara a más y también cuidar de Tweek que aunque estaba con Craig igual tenía que asegurarse de que estaba a salvo, agarró a Gregory en brazos y extendió sus alas para cubrirlos a ambos evitando que el rubio viera más a las sombras que susurraban y chillaban en lenguas inentendibles, por su parte empezó a dirigirse rápidamente la casa de los De Yadele, a pesar de estar cubierto por su propias alas la visión era lo de menos, después de todo ojos le sobraban.

– Todo va a estar bien. -

Repetía con un tono más pacífico para tratar de que se calmara, estaba a nada de llegar a la casa de los hermanos, pero cuando llegó pudo ver a un montón de sombras rodeando la morada, gritando, llenando las paredes y ventanas de viscosidad, manchando la nieve, una escena terrible, sin embargo un destello rodeó rápidamente la casa haciendo que retrocedan.

La esperanza y la paz llegaron en un parpadeo cuando una espada brillante resaltó entre todo mostrando a su portadora, un angel de cabellos negros y lacios cuyo cuerpo estaba cubierto en seda y sus alas deslumbraban, rodó cada uno de sus ojos, era Wendy, aunque siempre era bueno tener ayuda ella era algo... estricta con respecto a los deberes de los ángeles, le esperaba un regaño a pesar de ser de una gerarquia más alta que ella.

– Que bueno tenerte aquí, Wendy. -

Aún mantenía cubierto a Greg, lo sentía muy aturdido, debían entrar para recostarlo y darle algo para que tomara, no sabía muy bien que le había pasado en el momento en el que se fué.

...

Múltiples tareas se tenían por día, ser luz para la oscuridad de las personas, ayudarlas a no perderse, cuidar humanos, actividades para ella normales pero que la llenaban de gozo, era muy minuciosa y correcta con el trabajo para el cual nació. Hoy también era un día ocupado en la localidad que cuidaba, pero dentro de lo normal, además se encontraba más relajada pues tenía dos compañeros por allí, uno que residía como custodio de un par de niños magicos y el otro que rondaba por donde le daba la gana, al menos el Querubin era de estaba cumpliendo con sus deberes, o eso creía hasta que oyó las plegarias de un niño, y al acercarse sintió una terrible oscuridad en el bosque y en una casa. Termino tan rápido como la luz todo lo pendiente y con su divina arma en mano descendió para acabar con un puñado de sombras más hostiles de lo que era común, parecían querer llevarse a los hermanos Yadele a toda costa, vio a Christophe con decepción, sinceramente esperaba más, pero ese chico era no más que un "novato".

–  ¿Qué es todo esto D'Lorne? Vas a tener que explicar todo. -

Su silueta suavemente envuelta en seda se cubrió con sus propias alas, volviendolas vestimenta, un largo abrigo, pantalones, botines y una camisa de cuello alto, todo de color blanco que hacía contraste con su cabello y ojos oscuros, ahora lucia como una chica común. Tocó la puerta de la casa llamando al dueño, había un demonio ahí dentro, probablemente ese "inofensivo" que el mismo Querubin había traído.

– ¡Abran por favor! Gregory no se siente bien. -

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  ╰☆ 𝑖 𝑎𝑚 𝑡ℎ𝑒 𝑠ℎ𝑜𝑜𝑡𝑖𝑛𝑔 𝑠𝑡𝑎𝑟 𝑡ℎ𝑎𝑡 𝑚𝑎𝑘𝑒 𝑦𝑜𝑢'𝑟 𝑤𝑖𝑠ℎ 𝑡𝑟𝑢𝑒.
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