AU: Universidad
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-Ya te dije que me quiero ir, Gojou.
-Oh vamos, será divertido ¿verdad Haibara?
-Bueno, terminamos los exámenes así que lo veo como un premio.
-No sé para qué me molesto.- El rubio rodó los ojos, bebiendo un poco de su vaso.
Habían terminado ahí por la insistencia de Gojou y Getou, quienes querían ir a la fiesta por finales de exámenes para disfrutar un poco. No pudo evitar ser jalado junto a Haibara, y ahora estaba solo, bebiendo en una esquina, buscando a los demás.
-¿Hola?.- Se sorprendió cuando una chica paró frente a él, tomándolo de la mano para ser jalado a un pequeño closet, motivada por los vitoreos de un grupo tras ella-. ¿Qué estás...?
-Shhh, es un reto~.- La joven solo rió, rodeando su cuello con sus brazos para besarlo. Fue bastante corto, apenas rozándose, terminando por apoyarse en su pecho-. Ups~.
-Creo que... estás ebria ¿te encuentras bien?.- La sostuvo con cuidado, alzando una ceja. Aquel beso lo había conmocionado un poco, pero tomando en cuenta el estado en el que estaba ella decidió no darle más importancia.
-Estoy... mareada, y quieren que siga bebiendo.
-Bueno, eso no está bien.- Suspiró, negando con la cabeza-. ¿Ellos son tu grupo?
-Yo... creo que perdí a mis amigos.
-Eso es un problema...- Lo pensó unos momentos, mirándola de reojo-. Bueno, yo también me quiero ir, supongo que entre los dos nos podemos ayudar ¿te parece?
-¿Si?
-No creo que debas seguir bebiendo, te llevaré a tu habitación ¿bien?
-Creo que...estaría bien.- Paró al notar el rostro serio del rubio, sintiendo algo de calor en sus mejillas. Si hubiera sido cualquier otro chico, de seguro aquello no habría terminado así, él preocupado por su estado y queriéndola llevar a un lugar seguro.
-Entonces... saldremos y nos iremos ¿puedes caminar?
-Algo así... creo.
-Descuida, te ayudaré entonces.
Solo asintió, dando un pequeño salto al sentir el brazo del rubio rodear su cintura. El muchacho no la tocó de forma indebida, era realmente respetuoso, y aquello la dejó feliz; tal vez era el estado en el que se encontraba, pero se veía muy genial.
-¡Uhhh! ¿Pasaron un buen rato ahí? ¡Bien! Vamos a seguir bebiendo.
-Creo que... nosotros nos iremos, gracias.
-Oh vamos, no pueden irse, a ella le falta beber aún más para... ya sabes.- El rubio lo miró con asco, rodando los ojos antes de seguir su camino, aún rodeando el cuerpo de la más baja.
-Nos vamos.
Los dos salieron de ahí, un silencio para nada incómodo entre ellos. Nanami la llevó a donde suponía era su habitación, pues en aquel estado apenas podía dar direcciones.
Llegaron y con suerte encontró su llave, pasándosela al rubio para que se encargara de abrir la puerta.
-Bueno, supongo que aquí m-
