Hajime Kokonoi: Tokyo Revengers

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Futuro Bonten




-¿Lo usual?

-Supongo.- Ni siquiera se molestó el mirarla, su mirada fija en los papeles sobre la mesa.

-¿Y para la señorita?

-No sé ¿qué quieres? Bueno, dale lo que pida, todo va a mi cuenta.- Cuando Koko alzó la mirada para decirle que se vaya, sintió todo su cuerpo removerse. A pesar de su trato tenía la más radiante sonrisa en el rostro, y fuera su obligación o no, aquello hizo que Kokonoi la observara más de lo que debería.

La conversación que tuvo con la mujer a su lado quedó en segundo plano, fijándose más en la mesera que servía esa noche. Recordaba verla siempre en las reuniones de Bonten, y ahora que se fijaba, siempre decía o hacía algo que le sacaba una sonrisa sin querer ¿el estrés estaba cobrando factura y por eso pensaba esas cosas? No tenía ni idea, pero decidió ignorarlo, había ido ahí para disfrutar con su acompañante, y eso haría.

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-Buenas noches ¿qué desean que les sirva?

Semanas habían pasado, y Kokonoi seguía pensándolo demasiado. Iba prácticamente todos los días a cerrar tratos para Bonten, así que la veía de lunes a viernes, exceptuando los fines de semana; suponía que esos días eran sus descansos.

Poco a poco habían comenzado a hablar más, desde un simple saludo hasta conversaciones cortas acerca de lo que había pasado en el día, era relajante hablar con alguien normal después de largas jornadas de trabajo al lado de los maniáticos de los Haitanis y el imbécil de Sanzu.

-Koko ¿qué quieres tomar?

-¿Te comió la lengua el gato?.- Molestaron Rin y Ran, riendo al notar la mirada perdida del peliblanco.

-Bah, lo de siempre, ella ya sabe.

-Supongo que eso, preciosa.- El mayor de los Haitani le guiñó el ojo, un gruñido escapando de la garganta de Hajime-. ¿Qué?

-No molestes a las empleadas.

-Está bien, Kokonoi-san.- Le sonrió, intentando apaciguar su enojo-. Ya traigo lo que pidieron, con permiso.

-Uh... ¿qué fue eso?.- Sanzu alzó una ceja, mirándolo acusador.

-Simple formalidad, ahora ¿podemos hablar de lo que nos interesa?

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-Oh, esta vez viniste solo ¿pasó algo con tus amigos? Ni siquiera viniste con alguna chica.

-Solo... quiero descansar.- Rodó los ojos, casi desparramándose en el sillón. Ya era más que tarde, lo bueno es que el bar al que iban estaba abierto 24/7, sobre todo para miembros de aquella organización tan reconocida-. ¿Me puedes traer algo?

-Puedo traer la botella aquí, después de todo ya casi no hay nadie.- Kokonoi asintió ante aquello, cerrando los ojos hasta que regresó, apenas abriendo uno para mirarla de reojo.

-Quédate.

-Uhm... mi turno aún no acaba pero...

-Vamos, creo que soy el único aquí, si quieres te daré propina extra.

One Shots VariadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora