Doppo Kunikida: Bungo Stray Dogs

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-Hey, te vi robándole a esa señora.- La joven lanzó la escoba al ladrón que pasó junto a ella, dando directo en el blanco-. ¡Regresa!

-D-Déjame en paz, no robé nada.- Intentó levantarse, pero enseguida la mujer ya estaba encima de él, rodeando su cuello con su brazo-. ¡Una loca, ayuda!

-¿Algún problema?.- Dazai justamente iba llegando con Kunikida, parando frente a ellos.

-¡Intentó robar! Y no podía dejarlo pasar.- Soltó al ladrón, quien al ver a los dos hombres dejó la billetera que traía entre manos, corriendo de ahí al darse cuenta de quienes eran-. Ja ¡más te vale no volver por aquí!

-Gracias por la ayuda.- Dazai palmeó su cabeza, tomando el objeto del suelo para buscar a la dueña del mismo-. Iré a devolver esto.

-Vuelve rápido, hasta eso... tomaré algo.

-Kunikida-san, buenos días.- La sonrisa resplandeciente que le mostró dejó sin habla al detective, quien quedó maravillado por lo que vio. Era la primera vez que la topaba,  y vaya que se llevó una gran sorpresa con aquel acto-. Espero que nos llevemos bien, trabajaré aquí de ahora en adelante.

-Sí, entiendo... Bienvenida.- Se quedó un par de segundos admirándola, pestañeando apenas ¿ella había detenido al ladrón? ¿aquella pequeña mujer? -. ¿Cómo sabes mi nombre?

-Me han hablado de usted, es el único que no he conocido hasta ahora.- Le respondió, tal vez más feliz de lo que debería-. Espero verlo más aquí, mi café no es el mejor pero... me gustaría que lo pruebe.

-Supongo que podría probarlo ahora.

-¡Perfecto! Vaya a sentarse, estaré ahí en un momento.

Fue a sentarse a una mesa, su corazón latiendo con emoción ¿qué había sido eso? Ni siquiera la conocía ¿por qué reaccionaba así? ¿Amor a primera vista?

-Te veo perdido, Kunikida-kun~ ¿acaso la nueva mesera te pareció interesante?

-Cállate, Dazai.- Bajó la mirada a su libro, haciendo un par de marcas en una hoja ante la mirada de Dazai-. Tomaremos un café y nos iremos ¿entendido?

-Si, si~.

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-Oh, es un gusto tenerlo por aquí otra vez, Kunikida-san.

Habían pasado un par de semanas desde aquel primer encuentro, y a pesar de aquel crush instantáneo que tuvo decidió tomar algo de distancia; aún así bajaba al café cada vez que tenía oportunidad para tomarse un café, algo no tan típico de él.

-Supongo que necesitaba un pequeño descanso.- Admitió, sentándose en la última mesa-. Un café, uhm ¿lo podrías preparar tú? Me gustó bastante la última vez que vine.

-¡¿En serio?!.- Le sonrió con emoción, asintiendo efusivamente para correr hacia la barra, haciendo su tarea enseguida.

Kunikida la observó por unos momentos, sonriendo para si mismo para enseguida abrir su libreta, tachando un par de cosas en esta.  Volvió su mirada a ella, soltando un suspiro sin darse cuenta ¿hace cuanto no veía a una mujer de esa manera?

-Listo, aquí está.- Volvió a la realidad cuando dejó el café frente a él, aquella misma sonrisa aún entre sus labios-. ¿Algo más?

-¿Me recomiendas algo?

One Shots VariadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora