Hitoya Amaguni: Hypnosis Mic

2.7K 71 14
                                    


Hitoya se encontraba yendo a su hogar en su moto, parando en un semáforo rojo cuando notó que había un altercado en la acera. Al parecer una pareja discutiendo, realmente no le hubiera tomado importancia pero escuchó el grito de la mujer, bajándose de su vehículo para intervenir al ver que nadie siquiera veía hacia el lugar.

-Hey, ¿qué sucede aquí?

-Oh amigo, no te preocupes... es solo que mi novia es una histérica.

-Rompí contigo hace dos meses, ya déjame en paz.

-Ya sabes como son las chicas ¿no? No te preocupes, yo me arreglo con ella.

-Creo que no quiere que la molestes ¿acaso la estás hostigando?

-¿Y si lo hago qué? No te metas en lo que no te importa.

-Bueno, creo que una demanda por hostigamiento, agresión, y acoso no sería nada bueno.

-Jódete. Y tu, vuelve conmigo ahora, tenemos que hablar.

-Ya te dije que no te quiero cerca mío.- El hombre intentó jalarla de la muñeca, pero en un movimiento rápido Hitoya la puso tras el, asestándole un golpe en el pecho a manera de advertencia.

-Señorita, la puedo escoltar a casa, y puedo también asistirla en el proceso legal de este caso.

-U-Uh, gracias...

-Hey, regresa aquí.

-Ten, úsalo.- Ni siquiera le prestó atención a aquel sujeto, dándole un casco a la joven para que se lo pusiera-. Sujétate fuerte.

-Está bien.

.

.

.

.

.

.

.

-Gracias por traerme, y por lo que hiciste con ese idiota.

-No puedo ignorar cosas así.- Por fin se sacó el casco, ahora si prestando completa atención a la joven-. Espera...

-¿Hitoya?.- Los dos se quedaron en blanco por largos segundos, intentando procesar todo lo que había pasado-. ¿Hitoya Amaguni?

El corazón de Hitoya paró por varios segundos ¿realmente eran ella? 

Habían sido novios durante su tiempo en secundaria, pero debido a la actitud del ahora abogado decidieron terminar. Tiempo después se arrepintió de lo que hizo, pero ya era muy tarde, ninguno sabía de la vida del otro y pensó que así se iba a quedar para siempre, pues después de todo fue su culpa el que las cosas hayan terminado de esa manera.

-Yo no... pensé verte, eh...

-Gracias por... lo de hace rato, y perdón por las molestias.

-Escucha, hablaba en serio acerca de la ayuda en el caso.

-¿Eres abogado?

-Sí, y será fácil resolver tu caso... aquí tienes mi tarjeta. 

-Gracias...

-Llámame cuando quieras ¿ese idiota no vendrá a tu casa, verdad?

-Espero que no.

-¿No es la primera vez que esto sucede?

-Lastimosamente...

-Te dejo mi número personal por si algo ocurre, además así tendré pruebas del hostigamiento. Ojalá no pase nada.- Le escribió su número tras la tarjeta, soltando un suspiro-. Ten cuidado.

One Shots VariadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora