Shinichiro Sano: Tokyo Revengers

6K 475 103
                                    


-Ah, Manjiro ¿no? ¿está Shinichiro en casa?

-Uh, un momento... ¡Shinichiro, te vienen a buscar!.- El menor gritó tan fuerte que la joven tuvo que taparse los oídos, soltando una risita-. ¿Eres su novia? Es imposible, Shinichiro tiene mala suerte con las chicas, y eres muy bonita como para serlo.

-Gracias, supongo, pero no soy la novia de Shinichiro.

-Ya lo sabía, eres muy linda como para eso.- El niño fue cargado como si fuera nada por el mayor, quien parecía recién haberse levantado, pues su cabello se encontraba desordenado y hacia abajo-. ¿Qué?

-Parece que te gusta hablar mucho ¿no?

-Pero dije la verdad.

-Vete a seguir practicando con el abuelo.- El mayor de los Sano lo dejó en el suelo, intentando arreglarse antes de voltearla a ver-. Lo siento, me quedé dormido, estoy hecho un desastre pero... listo para estudiar.

-¿Seguro? Puedo volver otro día si quieres.

-No, no, vamos.- La invitó a pasar con una sonrisa, intentando parecer relajado, algo que falló rotundamente-. Vamos a mi, uh, habitación.

-¿Listo para una intensa sesión de estudios?

-No, pero necesito pasar, en serio muchas gracias por aceptar enseñarme.

-No es problema, después de todo siempre haz estado ahí para protegerme.- Le sonrió de vuelta, y Shinichiro sintió como su corazón saltaba dentro de su pecho-. Es lo menos que puedo hacer.

-Ah, eres un sol.- Intentó cubrir su sonrojo con su mano, caminando hacia su habitación primero para que no lo viera sonrojado-. Ponte cómoda.

-Comencemos con, uh... ¿ciencias?

-Veamos.

Los dos se conocían desde primaria, Shinichiro fue de sus primeros amigos y lo quería con su vida entera. Cuando este se hizo pandillero, estuvo siempre con el para cuidarlo, curando cualquier herida, aconsejándolo en todo, era como el sol de su vida, y no fue hasta hace un año que se dio cuenta de que la quería más que una amiga.

Desde que entendió eso tuvo miedo de dar el primer paso ¿y si eso terminaba con su amistad? Shinichiro era consciente de su mala suerte con las chicas, y no quería perderla por algo así ¿qué debía hacer?

-Shinichiro, ¿estás entendiendo?

-Ah... pues, el cuerpo humano tiene ¿200 huesos?

-206, tonto.- Negó con la cabeza, soltando una risita al notar su cara de vergüenza-. Si quieres nos tomamos un descanso, hemos avanzado bastante.

-Pero faltan como 3 materias más, y no quiero molestarte.

-Puedes invitarme a comer después, como pago.

-Aceptaré esa oferta.

-Hermano, el abuelo mandó galletas y té para ti y tu novia.

-Manjiro ya te dije qu-

-Oh, gracias. Eres muy amable, Manjiro.- Le sonrió al menor como si nada, tomando las cosas para dejarlas en la mesa-. Traje dorayakis para comer también ¿no quieres uno?

-Sí.

-Ven, ven.- El rubio no dudó en sentarse entre sus piernas, comiendo del dulce que había sacado de su maleta-. ¿También quieres, Shinichiro?

-U-Uh, sí...- Cuando la joven desvió la mirada a la maleta, el pelinegro vio como su hermano menor le sonreía triunfante. La pequeña rata lo había planeado así-. Manjiro ¿no ibas a jugar con Keisuke?

One Shots VariadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora