AU: Cazadores de Dragones/Mundo mágico
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-Esto es... muy malo.
Toji no recordaba cómo las cosas habían salido tan mal, pero ahí estaba, casi muriendo, peleando junto a un dragón que salió de quién sabe dónde. Al parecer sus enemigos eran los mismos, y como diche el dicho, "el enemigo de mi enemigo, es mi amigo", habían decidido pelear juntos.
Pero ya había pasado mucho tiempo, los dos estaban heridos de gravedad, y parecía que iban a perder. Las cosas no podían estar peor.
-¡Hey, lagartija! ¿Qué te parece si hacemos un trato? Escuché que la magia de dragón es sorprendente, pero no pueden sacar todo su poder por si solos... ¿y si hacemos un pacto de sangre?
El animal no respondió, sacándole una carcajada a Toji. Tenía sentido, después de todo él era un cazador de dragones cuando necesitaba dinero, el dragón no aceptaría de una sola.
-Mira, no quiero morir aquí, y supongo que tú tampoco... Sé que tal vez me odias, pero esto nos sacará de apuro a los dos ¿qué dices?
Su pequeña charla fue interrumpida por el enemigo, quien no dudó en arremeter contra los dos, tirando a Toji contra el cuerpo del dragón mal herido. No quería hacerle caso, pero era su única opción para sobrevivir, tendría que aliarse con un humano.
-¿Eso es un sí?.- El pelinegro tosió sangre, levantándose apenas-. ¿Sabes cómo hacerlo?.- No obtuvo respuesta, así que tomó aquello como un no-. Necesito tu sangre, y tú la mía, haré el hechizo.
Todo pasó muy rápido, el dragón escuchó como Toji decía un cántico desconocido, dándole su sangre para que finalice con el trato, sintiendo cómo todo su poder era drenado de su cuerpo. De repente todo se volvió oscuro, perdiendo la conciencia no sin antes ver cómo el pelinegro se levantaba con fuerza, lanzándose directamente hacia el enemigo.
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Cuando abrió los ojos nuevamente enseguida se puso a la defensiva, tomando el cuchillo que llevaba en su pierna para atacar. Se sentía helada, la temperatura de su cuerpo no era la de siempre ¿qué había ocurrido?
Intentó levantarse, pero falló al sentir como la fuerza en su pierna izquierda se desvanecía, haciéndola caer en la improvisada cama, soltando un alarido. Se sentía débil, pero tenía que avanzar.
-Hey, con cuidado señorita.
-¡Tú! ¿Qué me hiciste? ¿Por qué no me mataste?
-¿No sabes cómo funcionan los tratos entre humanos y dragones?
-C-Claro que lo sé... pero, uhm, para estar en los mismos términos ¿por qué no me lo dices?
-Cuando un humano y un dragón hacen un pacto de sangre, el humano adquiere parte de la fuerza del dragón por un periodo de tiempo, y el dragón se encarga de las heridas del humano, también puede ser al contrario, pero tu no estabas en condiciones para pelear ese día, así que tomé tu fuerza y los acabé.
