Los dos estaban en el cuarto del muchacho, ella tirada en la cama leyendo una revista, mientras el pelinegro se encontraba en el suelo,apoyando su espalda en la cama leyendo cosas en su celular.
Después de un rato la fémina empezó a acercarse por detrás del mayor, abrazándolo por el cuello con una gran sonrisa en el rostro, besando su mejilla.
- No me voy a transformar para que vueles conmigo.
-¿Eh~? ¿Por qué no~?.- Hizo un puchero bastante gracioso, aún fuertemente agarrada de su cuello-. Será divertido, vamos~
- Te podría poner en peligro y es lo que menos quiero, si algo te pasara... Y por mi culpa, no, nunca.- Giró la cabeza para verla, pero apenas la movió recibió un beso de su novia, quitándole el ceño fruncido de inmediato-. Eres mala...
-¿Por qué lo dices? Solo te besé~...¿Acaso te sigue dando vergüenza~?
- Me sigue avergonzando..¿Acaso a ti no? .- La pelirroja negó con la cabeza, aún sonriendo levemente, acercándose para dejar otro beso en sus labios-. ¡Deja de hacer eso!
- Haz más silencio o los padres de Miki pensarán que estás loco.- El pelinegro rodó los ojos, soltando un suspiro debido a la infantilidad de su pareja-. Además... Es normal, Akira... llegamos ya un buen tiempo saliendo, y... Es lo menos que puedo hacer.
- ¿A qué te refieres?
- Yo... bueno...- Se alejó de el para acomodarse en la cama, invitandolo con la mirada. Rápidamente accedió y se fue a sentar a su lado,apoyando su espalda en la pared-. Sé que como demonio... ahora haz de tener más necesidades y... Ya que, bueno, aún no podemos... pensé que con más de esos bastaría.
A Akira le costó varios segundos entender lo que estaba hablando, y en cuanto lo comprendió, su rostro se enrojeció por unos segundos, negando fuertemente con la cabeza al notar la idea equivocada que tenía.
- No lo veas de esa manera... estoy bien contigo, no necesito de... hacer eso, si es que no quieres, no debes presionarte para hacer esas cosas conmigo, sabes que nunca me importó eso.
- Eso es lo que dices pero... tu cuerpo es diferente, no es que sea una mirona pero... Noté lo que pasó la última vez... en la práctica...- Rascó su nuca nerviosa, desviando la mirada hacia otro lado-. Es difícil hacerle igual a todas esas mujeres que ves, lo sé...
- ¿Qué? No digas eso, lo de esa vez fue... porque aún no sabía cómo controlar este cuerpo, no te sientas menos por ese tipo de cosas.- Llevó su mano a su mentón, haciendo que alzara la mirada para besarla, sonriendo contra sus labios-. Eres lo único que necesito, ahora y para siempre.
- Dices cosas tan empalagosas... con esto confirmo que sigues siendo el de siempre.- Unieron sus labios una vez más, esta vez ella aferrándose de sus hombros, pegándose lo más que podía para que el chico hiciera su trabajo, pero al ver que no respondía se separó de el-. Maldita sea... Déjame aunque sea... sólo un poco ¿Si?
- Deberías darme el premio como el mejor novio, literalmente tienes que pedirme que te toque.- La joven dio un golpe en su fuerte pecho, sobándose la mano al darse cuenta que fue mala idea-.¿Qué? Esa no fue mi culpa.
- Eres un idiota.- Tomó las manos de su pareja, posandolas en su cintura mientras fruncía el ceño, mirándolo fijamente-. Sé que me quieres proteger, pero así estoy bien... Además, en serio quiero aprovechar que ya no huyes cuando te beso, ni corres hacia Miki para pedirle ayuda para esto.
- Déjame en paz~.- Soltó una risa, subiendo una de las manos que tenía en su cintura a su rostro, acariciando su mejilla con suavidad-. No sabía cómo actuar... pensé que si me besabas y te dabas cuenta como era me ibas a dejar...
