-O-Oh, lo siento.- Cuando chocó contra aquel muchacho no pensó caer al suelo, soltando un quejido.
-¿Qué hace una chica aquí?
-Vine por el puesto de manager... auch.- Tomó la mano del más alto, levantándose con cuidado para limpiarse el uniforme. Ahora que lo veía bien, no era simplemente más alto, era mucho más alto, su cabello verde llamando su atención-. Este es el club de ciclismo ¿no?
-Uh, sí ¿tú quieres ser la manager?.- La mirada algo sombría del muchacho hizo que le temblaran las piernas, tragando saliva antes de asentir-. Estoy en el equipo... pero el capitán aún no ha llegado.
-Está bien, lo voy a esperar ¿cuál es tu especialidad?
-Soy... escalador.
-Genial ¿cuál es tu nombre?
-Makishima Yusuke.
-Perfecto, entonces... es un gusto conocerte, Makishima.- La sonrisa brillante que le dio fue suficiente para hacer que el corazón del peliverde se alborotara, desviando la mirada enseguida-. Espero que nos llevemos bien.
-U-Uh, sí.
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-¿T-Te cortaste el cabello?
-Ah, necesitaba un cambio, además es más práctico.
-Te ves genial.
-¡Gracias, Tadokoro!
-Te queda bien.- Kinjou solo asintió, ganándose la sonrisa de la joven-. ¿No crees, Makishima?
-Uh, sí. Supongo.- Desvió la mirada, tomando su bicicleta para darle la espalda a los demás-. Iré a dar una vuelta, adiós.
-Sé más sincero contigo mismo, Makishima.- Molestó el más grande de todos, soltando una carcajada-. Nuestra manager se ve increíble.
-Bah, deja de adularme, no bajaré la intensidad de tu entrenamiento solo por eso.- Esperó alguna palabra del peliverde, pero como dijo, solo tomó su bicicleta y se fue a recorrer el circuito de siempre-. Ah...
-No te preocupes, le encantó.- Kinjou apoyó su mano sobre su hombro, sonriendo apenas-. Tenía las orejas rojas ¿no te diste cuenta?
-No me des esperanzas~.- Solo observó como se alejaba, abrazándose a si misma-. Pero... ¿en serio le gustó?
-¡Que sí! ¿Verdad, Aoyagi, Teshima?
-¡S-Sí!
-Hasta los de primero saben que te ves bien. No te preocupes por lo que dijo el tonto de Makishima, estoy 100% seguro de que le gustas.
-Ah, chicos... realmente son un encanto.- Palmeó la cabeza de los dos muchachos, soltando una risita-. Bien, basta de dramas, todos a entrenar.
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-¿Ya todos se fueron?
-Ah, sí. Le dije a Kinjou que se adelante, me quedé a revisar un par de cosas.
